11 de Septiembre de 2025 a las 17:57
Por Este 10 de septiembre, el Muelle de Santa Catalina en Las Palmas de Gran Canaria se transformó en un espacio de recogimiento y homenaje. Frente a la marquesina donde, en 1919, cientos de emigrantes canarios embarcaron con destino a América, se llevó a cabo una emotiva ofrenda floral en memoria de las 488 víctimas del naufragio del vapor Valbanera.
Un viaje truncado por la tragedia
El Valbanera partió cargado de sueños, esperanzas y promesas de un futuro mejor. Pero nunca llegó a destino. Un huracán lo engulló frente a las costas de Cuba, convirtiendo aquel viaje en una de las mayores tragedias marítimas en tiempos de paz. La mayoría de los pasajeros eran isleños que buscaban una nueva vida para sus familias. Ninguno sobrevivió.
Flores para la Memoria
La ceremonia, sencilla pero profundamente simbólica, reunió a ciudadanos que se acercaron a rendir tributo. Las flores depositadas frente al mar no solo honraron a los desaparecidos, sino que reafirmaron el vínculo eterno entre Canarias y sus hijos perdidos. Porque aunque el océano los separó físicamente, la memoria los mantiene presentes.
Un legado que no se hunde
El Valbanera no es solo una historia de dolor. Es también una historia de identidad. Representa el espíritu migrante de un pueblo que ha sabido resistir, adaptarse y recordar. Más de un siglo después, su legado sigue vivo en cada puerto, en cada familia, en cada gesto como este.
Desde Telde, desde Las Palmas, desde cada rincón de las islas, se alza un mensaje claro: no los olvidamos. Que el mar que los llevó sea también el que los devuelva al corazón de su tierra.
Julio González Padrón