23 de Enero de 2025 a las 17:02
El anuncio de la inversión de 12 millones de euros para renovar la maquinaria del servicio de limpieza en Telde ha generado una mezcla de expectativas y escepticismo. Para muchos vecinos, esa cifra representa una cantidad desorbitada, sobre todo cuando el municipio sigue enfrentando problemas evidentes de suciedad y abandono en sus calles y playas.
Es natural preguntarse si semejante desembolso realmente se justifica. ¿Se traduce esta inversión en una mejora palpable del servicio o es un ejemplo más de derroche mal gestionado? Lo cierto es que, hasta ahora, los ciudadanos de Telde no han visto resultados que respalden el gasto. La suciedad sigue siendo una constante, y los servicios básicos de limpieza parecen lejos de cumplir con las necesidades del municipio.
12 millones de euros es una cifra que debería traducirse en una transformación significativa, pero, lamentablemente, lo que más ruido ha hecho hasta ahora es la pintura de los camiones y los eslóganes publicitarios. En lugar de priorizar la eficiencia y la limpieza efectiva, parece que gran parte de la atención se ha desviado hacia lo estético y lo simbólico.
El verdadero reto está en demostrar que estos 12 millones no serán otro caso de despilfarro. Los vecinos no necesitan camiones con colores bonitos; necesitan un municipio limpio, calles transitables y playas en condiciones. Cada euro invertido debería reflejarse en una mejora tangible de la calidad de vida de los ciudadanos, no en marketing político ni en debates superficiales.
Es hora de que el gobierno local entienda que la paciencia de los vecinos tiene un límite. Más allá de las cifras y promesas, Telde necesita resultados, y 12 millones de euros deberían ser más que suficientes para marcar la diferencia. Si no es así, estaríamos ante otro ejemplo más de mala gestión que terminará pagando la ciudadanía.