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11 de Noviembre de 2025 a las 12:00

25 años de lucha silenciada: el castigo institucional que persiste en Telde

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En Telde, la historia no solo se repite: se perpetúa. Radio Aventura Siglo 21, con 25 años de trayectoria, ha sido mucho más que una emisora local. Ha sido conciencia crítica, refugio de voces incómodas y látigo contra la corrupción que se enquistó en las instituciones públicas. Desde sus inicios, esta radio ha denunciado con valentía los abusos del poder, incluyendo los del exalcalde Francisco Santiago, quien gobernó durante más de dos décadas bajo la lógica del “o estás conmigo o estás contra mí”, y que acabó condenado por corrupción.

Desde entonces, Radio Aventura ha sido víctima de un castigo institucional que sigue vigente. La publicidad institucional —financiada con el dinero de todos los teldenses— se reparte entre medios afines, silenciosos o complacientes. Mientras tanto, la emisora crítica permanece excluida. Lo más indignante es que el actual alcalde, que llegó al poder bajo las siglas de Ciuca —partido que esta emisora apoyó cuando nadie más le daba voz— ha permitido que esta injusticia continúe.

Radio Aventura fue el único medio que abrió sus micrófonos a Ciuca cuando era ignorado por todos. Se llegó incluso a decir que “la radio era de Ciuca”, por el espacio y el respeto que se le brindó. Pero hoy, más de dos años después de asumir el cargo, el alcalde no ha hecho absolutamente nada para revertir el veto. Al contrario, lo perpetúa escudándose en una falacia: que “la radio no quiere publicidad institucional”. Una mentira tan burda como un burro, como se dice en Canarias.

La única vez que Gestel —empresa pública que gestiona la publicidad institucional bajo las órdenes del concejal Juan Martel— se acercó a Radio Aventura fue para pedir presupuesto por una serie de cuñas. Al recibirlo, dijeron que les parecía caro. Pero no ofrecieron alternativa, ni dijeron: “Tenemos 500 euros, ¿qué nos pueden ofrecer?”. Nada. Esa fue la excusa perfecta para no volver a llamar, mientras otros medios —de Telde y de fuera— siguen recibiendo contratos sin problema.

Radio Aventura Siglo 21 no pide privilegios. Exige igualdad. Porque en estos tiempos, el pastel publicitario de las empresas privadas se lo comen las multinacionales a través de las redes sociales, dejando a los medios locales en situación de precariedad. Por eso, la publicidad institucional no es un lujo ni un capricho: es una obligación legal que debe garantizar pluralidad informativa y sostenibilidad para los medios que trabajan por y para su comunidad.

Nada. El alcalde actual, que se presentaba como renovador, perpetúa el castigo que comenzó con el régimen del exalcalde condenado. La diferencia es que ahora lo hace con una sonrisa y bajo el disfraz de la modernidad. La exclusión de Radio Aventura no es una cuestión económica. Es política. Es miedo. Miedo a una voz libre que no se doblega, que no se vende, que no calla.

Telde merece una gestión transparente, plural y justa. La ciudadanía no puede seguir permitiendo que sus recursos se utilicen para premiar el silencio y castigar la crítica. Radio Aventura Siglo 21 ha demostrado con hechos su compromiso con la verdad. Ignorarla es ignorar una parte esencial de la historia democrática del municipio.

Porque en democracia, la crítica no se castiga. Se respeta. Y se escucha.

Editorial Radio Aventura Siglo 21