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14 de Diciembre de 2024 a las 09:45

Antonio Morales, el próximo en la mira de Carmelo Ramírez tras desmentir sus acusaciones

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Las tensiones internas en Nueva Canarias (NC) están lejos de apaciguarse, y el último capítulo del enfrentamiento ha dejado entrever un nuevo posible objetivo en la “listita” de Carmelo Ramírez: Antonio Morales. El presidente del Cabildo de Gran Canaria no solo desmintió de manera tajante las declaraciones de Ramírez sobre un supuesto acercamiento del sector crítico de NC a Coalición Canaria (CC), sino que calificó dichas afirmaciones como “mentira” y “falsas”, subrayando que “no vale cualquier argumento para hacer daño al contrario”.

La contundencia de Morales al desmarcarse de las acusaciones de Ramírez ha encendido las alarmas en el seno de NC. Para muchos, estas declaraciones representan un desafío directo al secretario de Organización del partido y su tradicional manejo de las relaciones internas. Ahora, surgen interrogantes sobre si Ramírez, conocido por su mano firme frente a la disidencia, podría volcar su atención hacia Morales, especialmente tras haber apuntado previamente contra figuras críticas como Teodoro Sosa. 

Morales pide calma y diálogo

A pesar de su desmentido categórico, Morales trató de suavizar el tono al instar a la “generosidad” y el “diálogo” para evitar la fragmentación de NC, partido que calificó como “fundamental para la izquierda y el futuro progresista de Gran Canaria y Canarias”. Además, descartó que estas tensiones internas puedan afectar la estabilidad del Gobierno insular, que NC comparte con el PSOE.

“Me preocupa que desaparezca una fuerza política imprescindible en Canarias”, expresó Morales, haciendo un llamado a las diferentes facciones para llegar a un acuerdo. Sin embargo, sus palabras no ocultaron su evidente malestar con la línea dura adoptada por Ramírez.

Un partido al borde de la ruptura

El enfrentamiento entre la dirección de NC, liderada por Ramírez, y el sector crítico que encabeza Teodoro Sosa, ha escalado en los últimos meses, poniendo en jaque la unidad del partido. Las recientes acusaciones de Ramírez de que algunos alcaldes independientes estarían acercándose a CC han sido rechazadas categóricamente por Morales, quien asegura que esas declaraciones “no tienen fundamento”.

La tensión se suma a un clima interno ya crispado por las demandas de renovación impulsadas por Sosa y otros críticos. En este contexto, el distanciamiento entre Morales y Ramírez podría abrir una nueva fisura, con el riesgo de que el presidente del Cabildo pase a ser blanco de las maniobras internas del veterano dirigente.

Mientras tanto, el futuro de NC pende de un delicado equilibrio, donde los llamados al diálogo y la unidad parecen contradecirse con las estrategias confrontativas que dominan la dinámica interna del partido. La pregunta ahora es si Morales podrá evitar convertirse en el siguiente objetivo de una disputa que amenaza con fracturar definitivamente a Nueva Canarias.