Ataques infundados contra el alcalde Peña: una estrategia política fallida

En los últimos días, algunos miembros de la oposición, representados por Celeste López y Alejandro Ramos, han intentado empañar el trabajo que está llevando a cabo el alcalde Juan Antonio Peña y, por extensión, todo el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Telde. Este intento de sembrar dudas sobre la gestión de la administración municipal durante la baja médica del alcalde, a raíz de su ingreso hospitalario, resulta no solo innecesario, sino también desleal, considerando el esfuerzo que se ha hecho para asegurar el funcionamiento del municipio.

Es importante subrayar que Juan Antonio Peña, como alcalde presidente del Excelentísimo Ayuntamiento de Telde, es plenamente consciente de sus responsabilidades, y por ello decidió no delegar firmas ni competencias durante su ausencia. Esta decisión no fue tomada de manera caprichosa, sino con pleno conocimiento de la capacidad del equipo y la operatividad del Ayuntamiento, algo que tanto el PSOE como Nueva Canarias (NC) parecen pasar por alto o, peor aún, querer utilizar como un arma política.

Nueva Canarias ha optado por lo que llaman "prudencia", recordando que lo habitual en estos casos es la delegación de competencias. No obstante, el hecho de que algo sea común no lo convierte en obligatorio, y mucho menos en necesario en todos los contextos. El alcalde Peña ha demostrado, durante su gestión, que sabe perfectamente cuándo y cómo tomar decisiones cruciales, y esta no fue la excepción. Lo que NC parece no considerar es que, en este caso, no hubo razón para delegar. El funcionamiento del consistorio no se vio interrumpido y el equipo de gobierno siguió operando con normalidad.

Por otro lado, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), representado por Alejandro Ramos, ha seguido una línea similar, mostrando públicamente su apoyo a la recuperación del alcalde, pero insinuando que es necesario esclarecer la falta de delegación. Si bien la postura "prudente" del PSOE es comprensible dentro del ámbito político, resulta contradictoria. Por un lado, aplauden la labor del alcalde y, por otro, se suman a la retórica que sugiere que su decisión de no delegar pueda ser un error.

Este tipo de actitudes genera ruido innecesario en la gestión municipal y distrae la atención de lo verdaderamente importante: el bienestar de los ciudadanos de Telde y la gestión responsable de los asuntos públicos. Juan Antonio Peña, lejos de actuar de manera irresponsable, ha asumido sus competencias con rigor, incluso en un momento de vulnerabilidad personal. El alcalde no es tonto, como bien saben quienes lo intentan poner en entredicho, y su compromiso con el municipio sigue siendo inquebrantable.

Este tipo de críticas infundadas no hacen más que enturbiar el buen trabajo que está realizando el gobierno municipal de Telde. En lugar de buscar protagonismo con especulaciones y ataques velados, la oposición debería centrarse en aportar soluciones y propuestas que realmente beneficien a la ciudadanía. La política debe estar al servicio de los vecinos, no al de los intereses partidistas. Y en este sentido, el alcalde y su equipo han demostrado, con hechos, que su prioridad es Telde.

El Faro