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10 de Agosto de 2024 a las 12:39

Barrios pobres, barrios ricos: La desigualdad en las fiestas de Telde

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En el municipio de Telde, con sus más de 60 barrios, se está gestando una situación insostenible y profundamente injusta que afecta a miles de vecinos. Los recursos municipales, que deberían ser distribuidos de manera equitativa para promover la cohesión y el bienestar de todos, están siendo usados de forma descaradamente desigual, favoreciendo a unos pocos mientras otros son relegados a la miseria.

Juan Martel, conocido como el "concejal del Lomo Magullo" y más recientemente como el "hombre del dinero" en el Ayuntamiento de Telde a través de Gestel, parece estar manejando los recursos públicos con una parcialidad preocupante. Su influencia en la distribución de fondos para las festividades en los distintos barrios de Telde no solo es cuestionable, sino que es una ofensa directa a la dignidad de los ciudadanos de este municipio.

En Telde, hay barrios que, al llegar las fiestas, se ven inmersos en una especie de espectáculo ostentoso, donde no se escatima en gastos. Los eventos se organizan con todo tipo de lujos, financiados, por supuesto, con recursos municipales. Mientras tanto, otros barrios tienen que conformarse con lo poco que les queda, organizando sus fiestas de manera precaria, sin escenarios adecuados, y hasta con banderas hechas en casa. Esta disparidad no es casualidad, sino el resultado de un manejo político sesgado y clientelista.

Es particularmente vergonzoso observar cómo la enemistad personal entre Juan Martel y Salvador Santana ha desembocado en una especie de vendetta que perjudica directamente a todo el municipio. Las disputas personales nunca deberían influir en la distribución de los fondos públicos, pero en Telde, parece que estas rencillas se convierten en la regla. El ejemplo más flagrante es el de Lomo Magullo, donde Martel, utilizando el dinero del pueblo, se presenta como un héroe en su barrio, mientras otros deben mendigar para poder celebrar sus festividades.

Pero el problema va más allá de una simple cuestión de fiestas. Se trata de un síntoma de una administración pública que ha perdido el rumbo, donde las prioridades están completamente invertidas. Mientras algunos barrios disfrutan de festividades opulentas, hay carreteras en mal estado, personas viviendo en la exclusión social y un sinfín de necesidades urgentes que quedan desatendidas. ¿Dónde está el alcalde en todo esto? Según rumores, no ha sido visto mucho en las fiestas de Lomo Magullo este año, tal vez porque él mismo siente vergüenza de lo que está ocurriendo en su municipio.

Es hora de que el alcalde tome cartas en el asunto y recupere el control sobre la distribución de los recursos municipales. Telde no puede avanzar si solo unos pocos disfrutan de las ventajas mientras la mayoría queda relegada a la marginación. Este favoritismo descarado es inaceptable y va en contra de los principios de igualdad y justicia que deberían regir en cualquier administración pública.

Imágenes de Teldeactualidad y Teldeenfiestas

Telde necesita avanzar, sí, pero debe avanzar para todos, no solo para unos pocos privilegiados. Las fiestas en los barrios pueden ser una expresión de cultura y comunidad, pero no deben ser un vehículo para la desigualdad y la exclusión. Es hora de que se redistribuyan los recursos de manera justa, priorizando las verdaderas necesidades del municipio y asegurando que todos los barrios, ricos o pobres, tengan las mismas oportunidades de disfrutar de sus festividades. Es una priorida moral y una cuestión de justicia social.

El Faro