Cierra el cementerio… y él se queda como si nada

El vecino que casi pasa la noche entre tumbas por no mirar la hora.

Según publica TA, M. F. S., vecino de La Herradura y de 52 años —que conste, no 82— vivió este jueves una historia entre el despiste y el drama gratuito: se quedó encerrado en el cementerio municipal de San Gregorio al intentar salir después de la hora de cierre, fijada claramente a las 18:30 horas. ¿A qué hora intentó irse? A las 18:35. Y aún así, culpa al mundo por no avisarle.

“Terminé de enramar la tumba y me dirigí a salir sobre las 18:35, pero el cementerio ya estaba cerrado. Nadie avisó por megafonía ni tocó timbre ni nada”, dijo indignado. Lo curioso es que, como sabe cualquier usuario habitual, en los cementerios de Telde no se avisa por megafonía ni se toca ningún timbre antes de cerrar, simplemente se cierran las puertas a la hora establecida, como está claramente indicado.

M. F. S, tuvo que llamar a la Policía Local, que contactó con la empresa concesionaria del mantenimiento para que enviaran a un trabajador a abrirle. Según él, ese trabajador lo trató “con muy mala educación”. Lo que no dijo fue si el trabajador tenía derecho a molestarse por tener que volver al cementerio porque alguien decidió extender su visita como si estuviera en una terraza con vistas.

“Soy una persona mayor. Esto no puede volver a pasar”, declaró el vecino, ignorando que 52 años no son precisamente tercera edad. Y que saber a qué hora cierra un sitio que visitas con frecuencia no requiere título universitario.

Desde fuentes municipales se recuerda que el horario del cementerio no solo es público, sino que no contempla rituales de aviso por altavoz ni campanas del juicio final antes del cierre. “Esto es un cementerio, no un supermercado”, bromea un empleado.

Por suerte, M. y su acompañante salieron poco antes de las 19:00 horas, sin más heridas que el susto… y una buena dosis de vergüenza viral. En Telde ya lo conocen como “el que casi se queda a dormir con los difuntos por llegar tarde… a salir”.