Crítica a la alcaldesa de Mogán: Malas praxis del hamaquero del espigón de Puerto Rico

En el día de hoy, hemos recibido una serie de imágenes y comentarios de usuarios del espigón de Puerto Rico, en el municipio de Mogán, que señalan una situación preocupante y desafortunada ocurrida en la tarde del viernes 2 de agosto. A las 17:45, con un sol abrasador, varios usuarios que habían pagado por sus hamacas y sombrillas se vieron obligados a presenciar cómo un hamaquero, con una actitud arrogante y carente de sensibilidad, comenzó a retirar todas las sombrillas. Este comportamiento ha generado una gran indignación y merece una respuesta crítica y contundente hacia las autoridades locales, especialmente hacia la alcaldesa de Mogán.

Según relatan los testigos, el hamaquero justificó su acción basándose en el horario estipulado en el ticket, ignorando por completo las necesidades y solicitudes de los usuarios, entre los que se encontraban niños y personas mayores. Cabe destacar que el sol aún estaba en su punto más alto, y las sombrillas eran esenciales para proteger a los presentes de los intensos rayos solares. Este tipo de comportamiento no solo es insensible, sino que también demuestra una falta de respeto hacia los ciudadanos que invierten su dinero en estos servicios con la expectativa de recibir un trato digno y humano.

Resulta particularmente alarmante que algunos usuarios afirmaran que llevaban 40 años frecuentando este lugar sin haber experimentado una situación similar. Esto sugiere un deterioro en la calidad del servicio y en la gestión de los espacios públicos bajo la administración actual. Señora alcaldesa, nos preguntamos si esta falta de empatía y profesionalismo es un reflejo de su gestión o de la falta de supervisión de sus colaboradores.

La gestión del espigón de Puerto Rico debe revisarse con urgencia. No es aceptable que los usuarios se sientan maltratados o ignorados por aquellos que deberían estar allí para servirles. Las autoridades locales tienen la responsabilidad de garantizar que los servicios públicos se presten de manera eficiente y con el respeto que los ciudadanos merecen. La actitud del hamaquero no solo fue inapropiada, sino que también pone en entredicho la capacidad de la administración municipal para gestionar adecuadamente los servicios turísticos en una zona tan concurrida.

Adjuntamos las imágenes que evidencian cómo este individuo retiraba las sombrillas con malos gestos y una actitud despectiva, un comportamiento inaceptable que demanda una respuesta inmediata y contundente por parte de la alcaldía. Exigimos una explicación y, más importante aún, una solución a este problema que afecta a muchos ciudadanos que, con humildad, eligen este lugar para disfrutar de su tiempo libre.

En conclusión, instamos a la alcaldesa de Mogán a tomar medidas inmediatas para rectificar esta situación y asegurar que el servicio en el espigón de Puerto Rico se preste con la calidad y el respeto que los usuarios merecen. No se puede permitir que la arrogancia y la falta de consideración de unos pocos empañen la experiencia de tantos.