13 de Abril de 2025 a las 18:08
Imagen :Teldeactualidad.
Mientras algunos medios locales se empeñan en pintar de colores lo que fue un evidente fiasco, la realidad en las calles de Telde este sábado fue muy distinta a la que cuenta la nota oficialista: “Telde cambia la hora” no solo llegó tarde, sino que fue un despropósito de principio a fin.
La idea, en su momento, tenía lógica: aprovechar el cambio de horario para fomentar el comercio local y ofrecer alternativas de ocio familiar. Pero lo que se vivió este fin de semana fue un evento sin alma, con poca asistencia y mucho ruido… institucional.
El Cabildo suspendido, recursos públicos tirados a la basura y personal municipal implicado en una jornada que, más que dinamizar, dejó en evidencia una pésima planificación. Y mientras tanto, los medios de siempre, los que viven de las notas de prensa redactadas desde los despachos, se limitan a repetir que “el casco se llenó de alegría” o que “el público vibró con los conciertos”. ¿Qué público?
Maldita EGB, Sr. Natillas, DJ Promaster… nombres con gancho, sí, pero en una plaza medio vacía, con vecinos que miraban más con desconcierto que con entusiasmo. Comparado con otras ediciones pasadas —las que sí se celebraban con coherencia y aprovechando el tirón del cambio de hora real— esto fue un remiendo sin sentido.
Y por si fuera poco, se organizó una feria comercial con apenas doce casetas. ¿Dónde estaba la participación masiva del tejido empresarial local? ¿Dónde la implicación vecinal? Ni una cosa ni la otra. Solo una puesta en escena que intentó simular lo que no fue: una jornada exitosa.
Eso sí, para justificar la inversión siempre se puede contar con una nota de prensa bien decorada. Pero el resultado fue otro: un acto político encubierto que no dinamizó nada, no atrajo a nadie y solo sirvió para engordar el archivo de fotos de algún cargo público que no pisa la calle si no hay cámara delante.
El Cernícalo