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5 de Septiembre de 2025 a las 15:25

Cuando el pasado se disfraza de presente (y el alcalde se lo cree)

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En Telde hay una web que, si uno se guiara solo por sus titulares, pensaría que el municipio está a punto de desmoronarse. Escaleras que parecen trampas mortales, muros con vocación suicida, contenedores que han visto tiempos mejores, adoquines con complejo de piezas de dominó… y todo eso, publicado con la solemnidad de quien descubre el caos por primera vez.

Pero lo más curioso —y aquí viene el giro de guion— es que casi todo lo que se denuncia ya estaba ahí. Viejo. Rancio. Con telarañas. Porque en tan solo dos años de mandato, ni el mismísimo Houdini podría haber deteriorado tanto el mobiliario urbano. Lo que vemos es el resultado de años (¡décadas!) de mirar para otro lado, de gobernar con la brújula rota y el GPS apagado.

Y mientras tanto, el alcalde actual, que llegó con la escoba en mano, parece no darse cuenta de que le están barriendo el suelo mediático. Le sonríen por un lado, le dan palmaditas por el otro… y por detrás, le sacan fotos a cada piedra suelta como si las hubiera colocado él personalmente. Una estrategia fina, casi elegante, que mezcla la crítica con la caricia. Y claro, él, confiado, no lo ve venir.

La imagen que acompaña este artículo es solo una muestra: seis denuncias, seis rincones olvidados, seis problemas que llevan más tiempo que el propio Wi-Fi en Telde. Pero claro, publicadas hoy, parecen de ayer. Y así, el relato se construye: el presente se culpa de los pecados del pasado, y el lector, que no siempre tiene tiempo para investigar, se lo traga como si fuera pan caliente.

A este ritmo, no hará falta oposición. Bastará con seguir publicando lo viejo como si fuera nuevo, y dejar que el alcalde se confíe. Porque en política, lo que no se ve venir… te acaba pasando por encima. 

Por Gonzálo H. "El Zahorín"

Nota del autor : ¿Qué más da el nombre con el que se firme este artículo, si las pruebas están ahí, a diario, golpeando la puerta de la realidad? No escribo para figurar, sino para señalar lo que muchos prefieren no ver. El seudónimo es solo una sombra: lo que importa es la luz que proyectan los hechos. Si algo de lo aquí dicho incomoda, quizá sea porque toca una verdad que ya no se puede esquivar. Gracias a detelde.es por dejar que exprese lo que veo en su medio.