Cuando la alegría infantil pisa la historia: la Plaza de San Juan convertida en parque temático

Mientras las autoridades municipales celebran el “éxito rotundo” del ludo-parque infantil y la mini disco en pleno corazón del casco histórico de San Juan, otros muchos ciudadanos y voces autorizadas no podemos más que preguntarnos: ¿es esto una fiesta o un atropello patrimonial?

Porque no es la primera vez —ni será la última, si no se reacciona— que se alza la voz en defensa del conjunto histórico monumental de San Juan, y lo han hecho con contundencia tanto el Cronista Oficial de la ciudad, don Antonio María González Padrón, como este medio de comunicación y Radio Aventura Siglo 21, que viene alertando hace años de lo que parece ya un abandono consciente de nuestras raíces.

La imagen que vende hoy el medio TeldeActualidad, con frases como “el casco histórico vibra con la alegría infantil” y “una plaza completamente abarrotada”, no es solo una postal de colorines: es, para algunos, la postal del desprecio institucional a nuestro legado cultural.

Foto:TELDEACTUALIDAD

No se trata de estar contra la infancia, ni contra las fiestas. ¡Faltaría más! Se trata de usar el sentido común: ¿por qué organizar actos de altísimo impacto sonoro y masivo en una plaza que debería protegerse como se protege una joya antigua? ¿Por qué se obvia, sistemáticamente, el uso del Parque Urbano de San Juan, a pocos metros, con espacios amplios, zonas de sombra, auditorio, baños y toda la infraestructura necesaria?

¿A qué tienen miedo?

Porque parece que hay un miedo claro: que en la foto de la fiesta no salga la fachada de la iglesia, o que no se abarrote el casco histórico, aunque eso signifique reventar el patrimonio, el silencio y la memoria.

Telde no necesita sólo entretenimiento. Telde necesita coherencia. Y respeto. Y ese respeto empieza por saber dónde, cómo y para qué se celebran las cosas.

Desde aquí volvemos a decirlo claro: con la historia no se juega. No más plazas patrimoniales convertidas en parques temáticos. No más decisiones cómodas que ignoran lo que verdaderamente hay que proteger.

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