Cuando la realidad supera a la ficción en el Ayuntamiento de Telde

El Ayuntamiento de Telde nos regala una nota de prensa que parece más salida de un cuento infantil que de un organismo público que gestiona un municipio con retos y problemas reales. Según el comunicado, las calles de Telde han sido sorprendidas por la aparición de “puertas y ventanas diminutas” en la calle Duende, desatando “asombro y curiosidad” entre los transeúntes. Al parecer, la principal preocupación del gabinete de prensa no es el estado de nuestras infraestructuras, ni las políticas de empleo, ni las mejoras en servicios esenciales; su atención está en el misterioso fenómeno de “duendes” que, irónicamente, parecen más presentes en las noticias que en las soluciones para los problemas cotidianos de la ciudadanía.

Mientras muchos vecinos sufren por problemas serios – la falta de mantenimiento en las instalaciones públicas, el estado de las calles, la insuficiente limpieza urbana, la precariedad de algunos servicios sociales – el Ayuntamiento nos invita a una especulación sobre figuras diminutas y encantadas. No se trata de desacreditar cualquier iniciativa cultural o lúdica, pero resulta casi surrealista que esta “noticia” se considere digna de una nota de prensa oficial. ¿Se nos ha olvidado que el papel de un Ayuntamiento es servir a la ciudadanía y atender a sus necesidades reales? En lugar de ofrecer respuestas a inquietudes prácticas, parece que el foco se ha desviado hacia un espectáculo digno de un parque temático.

Mientras tanto, en la misma calle Duende y en otras tantas de Telde, los problemas urgentes pasan desapercibidos. Vecinos que se quejan del estado de las aceras, que claman por más presencia de servicios públicos y una mayor implicación en temas de seguridad, de sostenibilidad y de calidad de vida en el municipio, quedan relegados a segundo plano. Las misteriosas puertas no requieren explicación oficial, pero sí los problemas que afectan a los ciudadanos. El tiempo y los recursos que se invierten en distraer con “duendes” se echan de menos en iniciativas serias, planificadas y concretas para mejorar el bienestar de quienes viven en el municipio.

El verdadero “misterio” aquí no es la aparición de estas miniaturas en la calle, sino el de un Ayuntamiento que parece haberse olvidado de que su trabajo es resolver problemas y ofrecer una visión clara y responsable a los vecinos de Telde. Así que, a no ser que los “duendes” también sepan arreglar baches, limpiar calles o mejorar la calidad de vida en nuestros barrios, quizás sería hora de que el gabinete de prensa del Ayuntamiento se centre en asuntos más prioritarios.

Porque, al final del día, los ciudadanos no necesitan cuentos de fantasía. Necesitan un Ayuntamiento que esté comprometido con la realidad.

El Faro