DOMINICAL - De la manipulación al chantaje: El final de una farsa

Hay quienes viven de la manipulación, del ruido y la mentira, de jugar con el miedo y la presión como si fueran dueños del destino de los demás. Durante años, han estado moviendo los hilos en la sombra, atacando a quienes no se someten a su juego sucio. Pero esta vez han ido demasiado lejos.

No es la primera vez que esta individua se ensaña con la misma empresa familiar. Hace tiempo ya lo intentó, moviendo cielo y tierra para destruir su reputación. No contenta con sus habituales ataques, llegó incluso a escribir cartas a las multinacionales que operan en Telde, intentando perjudicarla a nivel empresarial. Un acto rastrero, cargado de mala intención, que no tenía otro fin que hacer daño y hundir a quienes trabajan con esfuerzo y dignidad.

Pero su bajeza moral no tiene límites. Ahora, no solo continúan con su campaña de desprestigio, sino que han cruzado la línea más sucia de todas: están llamando directamente a los clientes de esta empresa, amenazándolos, diciéndoles que si siguen contratando con ellos, les saldrá caro. Un método mafioso, repugnante, propio de quienes no tienen principios ni escrúpulos.

Y dentro de toda esta trama está ella, la que lleva años moviéndose en la sombra, la que ya no sabe ni hacia dónde mirar, porque su propio odio y desesperación la han consumido. Y se le nota. Se le nota en su deterioro, en su mirada perdida, en su falta de rumbo. Hoy guiña a la izquierda, mañana a la derecha, sin más brújula que su propio resentimiento.

Pero lo que antes le funcionaba, ya no cuela. La gente sabe quién es y lo que hace. Y lo peor para ella es que esta vez se ha metido con la gente equivocada. Ha cruzado una línea de la que no hay vuelta atrás. Y esta vez, lo va a pagar. 

El Cernícalo