16 de Agosto de 2023 a las 01:02
La falta de planificación y supervisión por parte del anterior Gobierno de Nueva Canarias de Telde ha quedado expuesta en cada rincón del parque.
La comunidad de Telde merece una disculpa por este acto de negligencia gubernamental y, más importante aún, merece ver convertido este parque en el espacio vibrante y seguro que se le había prometido.
En un acto que pretendía celebrar la transformación del Parque Urbano de Melenara en un espacio revitalizado y acogedor, el nuevo Gobierno de Telde dejó entrever su negligencia al inaugurar un recinto plagado de deficiencias y descuidos.
El nuevo parque urbano de Melenara, con accesos inacabados y restos peligrosos, la realidad de esta obra emblemática contrasta fuertemente con las promesas y expectativas que se habían creado.
La inauguración de este espacio público, que debería haber sido un motivo de orgullo para la comunidad local, se ha convertido en una decepción palpable para los habitantes de Telde. Los accesos inacabados y la presencia de restos peligrosos han transformado lo que debía ser un pulmón verde en la costa del municipio en una pesadilla urbana que pone en riesgo la seguridad de los visitantes y residentes por igual.
La falta de planificación y supervisión por parte del anterior Gobierno de Nueva Canarias de Telde ha quedado expuesta en cada rincón del parque. Los caminos incompletos y la falta de señalización adecuada han convertido los paseos en una tarea peligrosa, mientras que la presencia de escombros y elementos en descomposición se erige como un recordatorio constante de la irresponsabilidad gubernamental. En lugar de fomentar un espacio de esparcimiento y encuentro, el parque se ha convertido en un recordatorio tangible de la falta de compromiso y atención por parte de las autoridades locales.
La comunidad de Telde merece mucho más que un parque a medio terminar y plagado de peligros. Los fondos públicos destinados a esta obra, 1, 2 millones de euros, deberían haber sido gestionados con responsabilidad y transparencia, en aras de crear un espacio que enriqueciera la calidad de vida de los ciudadanos. En cambio, el resultado es una demostración clara de la incompetencia administrativa que ha caracterizado la gestión anterior. Es imperativo que las autoridades actuales tomen medidas inmediatas para abordar los problemas del Parque Urbano de Melenara y remediar los errores del pasado.
La comunidad de Telde merece una disculpa por este acto de negligencia gubernamental y, más importante aún, merece ver convertido este parque en el espacio vibrante y seguro que se le había prometido. En resumen, el nuevo Parque Urbano de Melenara, con sus accesos inacabados y restos peligrosos, es un recordatorio vívido de la falta de compromiso y planificación del anterior Gobierno de Nueva Canarias de Telde. La comunidad merece una disculpa y acciones concretas para transformar este espacio en el refugio seguro y atractivo que se había anticipado.