29 de Octubre de 2025 a las 16:15
Hay momentos en los que el silencio es prudente. Y otros en los que la palabra debe ser firme. Más por Telde ha decidido hablar, y lo ha hecho con claridad, tras un episodio que ha sido amplificado por titulares sin contraste y por una narrativa que ha olvidado lo esencial: el respeto a las personas, a las instituciones y a la verdad.

El supuesto incidente entre dos concejales del grupo municipal, ocurrido el pasado 23 de octubre, ha sido utilizado por algunos medios como munición política, sin esperar a la resolución judicial ni contrastar las versiones. El Comité Ejecutivo del partido, lejos de esconderse, ha actuado con responsabilidad: ha suspendido cautelarmente a uno de los implicados, ha abierto un expediente informativo y ha iniciado una auditoría interna. ¿Qué más se puede pedir a una organización que defiende la transparencia?
Lo que no se puede tolerar es que un medio local, como Teldeactualidad, publique afirmaciones graves sin verificar fuentes, sin contrastar documentos, y presuma de su “trascendencia regional” como si el impacto mediático justificara la falta de rigor. La libertad de prensa no es licencia para el daño. Es compromiso con la verdad. Y cuando ese compromiso se rompe, el periodismo deja de ser servicio público y se convierte en espectáculo.
Más por Telde no ha respondido con insultos ni con evasivas. Ha respondido con hechos, con documentos, con fiscalización. Ha recordado que sus cuentas han sido auditadas por el Tribunal de Cuentas sin una sola tacha. Ha pedido al extesorero que aporte pruebas de lo que afirma. Y ha exigido al medio que rectifique. No por orgullo, sino por justicia.
Este partido nació hace 17 años para dignificar la política local. Y hoy, en medio de la tormenta, sigue defendiendo los mismos valores: honestidad, honradez y lealtad. No hay comunicado que los borre. No hay titular que los ensombrezca.
La ciudadanía merece saber lo que ocurre, pero también merece saberlo bien. Con contexto. Con responsabilidad. Con respeto. Porque cuando el periodismo olvida el contexto, lo que queda no es información: es ruido.
Y Telde no necesita más ruido. Necesita verdad. Y necesita políticos que, como Más por Telde, sepan responder con firmeza cuando la verdad se pone en juego.

Editorial DE TELDE