El abuso sistemático de Binter Canarias

"Desde RADIO AVENTURA SIGLO 21 exigimos una respuesta inmediata. Es hora de que las instituciones regulen los precios de los vuelos interinsulares, investiguen la gestión laboral de Binter Canarias y pongan fin a su dominio sobre el mercado. Además, pedimos transparencia y valentía a los medios de comunicación, que tienen la responsabilidad de informar y no de proteger a empresas que abusan de los canarios"

En el Archipiélago Canario, el transporte interinsular no es un lujo, es una necesidad vital. Sin embargo, Binter Canarias, la aerolínea que domina el mercado, se aprovecha de esta dependencia para imponer precios desorbitados y perpetuar prácticas laborales cuestionables, mientras se blinda comprando el silencio de muchos medios de comunicación a través de millonarias campañas publicitarias.

Un residente paga 48 € ida y vuelta entre Gran Canaria y Tenerife gracias al descuento del 75 % subvencionado con dinero público. Pero sin este descuento, el coste asciende a 192 € ida y vuelta o 96 € por trayecto, cifras absolutamente escandalosas para un vuelo de apenas 30 minutos. Este abuso es un golpe directo a la economía de los canarios, especialmente en un contexto donde la movilidad interinsular es una necesidad y no un lujo.

¿Competencia? Solo de fachada

Aunque existen otras aerolíneas operando en el archipiélago, su presencia es tan limitada que no representan una competencia real para Binter. La compañía utiliza su posición de dominio para imponer precios sin justificación y bloquear cualquier posibilidad de una alternativa asequible. Mientras tanto, se beneficia de cuantiosas subvenciones públicas, destinadas a garantizar la accesibilidad de los vuelos, pero que acaban llenando los bolsillos de una empresa que solo prioriza sus beneficios.

Desigualdad laboral y falta de diversidad

Por si no fuera suficiente, este medio denuncia una realidad que otros prefieren ignorar: la ausencia de igualdad en la estructura laboral de Binter Canarias. La empresa perpetúa una brecha de género evidente, con una plantilla de tripulación de cabina donde los hombres están prácticamente ausentes. Es raro —si no imposible— encontrar azafatos en sus aviones, una situación que debería ser inadmisible para una empresa que opera con dinero público y que está obligada a cumplir las normativas de igualdad.

Mientras que otras compañías avanzan hacia estructuras laborales diversas e inclusivas, Binter parece anclada en el pasado, sin dar explicaciones ni tomar medidas para corregir esta desigualdad flagrante.

El silencio comprado: ¿a quién defienden los medios?

Lo más alarmante es el silencio cómplice de muchos medios de comunicación, que ignoran estas denuncias. ¿La razón? Millonarias campañas publicitarias pagadas por Binter, que convierten a los periódicos y emisoras de radio en portavoces de la aerolínea en lugar de defensores de los ciudadanos. Esta estrategia de propaganda busca blanquear su imagen y acallar cualquier crítica.

¿Cuántos titulares han visto los canarios que cuestionen los precios de Binter? ¿Cuántos reportajes han leído sobre la falta de azafatos en sus vuelos? La realidad es que la mayoría de los medios optan por mirar hacia otro lado, traicionando su deber de informar y proteger los intereses de la ciudadanía.

La inacción de las autoridades: una traición a los canarios

Este abuso no sería posible sin la pasividad de las autoridades autonómicas y estatales, que permiten que Binter actúe sin control. Mientras tanto, los canarios seguimos pagando el precio de esta negligencia:

Precios abusivos que limitan la movilidad de los ciudadanos.

Desigualdad laboral en una empresa que debería dar ejemplo por recibir dinero público.

Silencio informativo gracias a una red de publicidad que condiciona a los medios de comunicación.

Es hora de actuar

Desde RADIO AVENTURA SIGLO 21 exigimos una respuesta inmediata. Es hora de que las instituciones regulen los precios de los vuelos interinsulares, investiguen la gestión laboral de Binter Canarias y pongan fin a su dominio sobre el mercado. Además, pedimos transparencia y valentía a los medios de comunicación, que tienen la responsabilidad de informar y no de proteger a empresas que abusan de los canarios.

El transporte entre islas no es un privilegio ni una mercancía al servicio de unos pocos. Es un derecho fundamental que no puede seguir siendo secuestrado por una empresa que opera al margen de la justicia económica y laboral.

Canarias merece algo mejor. Y ya es hora de que se haga justicia.