El alarmante incremento del PMP: un problema de gestión en Telde

El reciente aumento del Periodo Medio de Pago a Proveedores (PMP) en el Ayuntamiento de Telde, que ha alcanzado los 200 días, deja en evidencia problemas de gestión administrativa y política que no se pueden ignorar. Esta cifra, reflejada en los datos cerrados de diciembre de 2024, supone un incremento significativo respecto a los 155 días del año anterior y plantea preguntas serias sobre la eficiencia y la planificación de la administración local.

Deudas arrastradas desde 2015

En el pleno ordinario de este viernes, el alcalde de Telde, Juan Antonio Peña, atribuyó este preocupante repunte a una deuda histórica de más de un millón de euros con la empresa Aguas de Telde, derivada de facturas no conformadas desde hace casi una década. Es difícil comprender cómo facturas pendientes desde 2015 han llegado a este punto sin una solución adecuada.

Peña intentó tranquilizar afirmando que "hay dinero en los bancos" y que el problema radica en los procesos administrativos que dificultan la tramitación de los pagos. Sin embargo, esta explicación parece insuficiente para justificar la falta de acción previa que podría haber evitado llegar a esta situación límite.

Críticas de la oposición

La oposición no tardó en señalar las debilidades de la gestión municipal. Esmeralda Cabrera, concejala de Vox, cuestionó directamente a la concejala de Hacienda, Desirée Hernández, sobre las causas de este incremento, mientras que Héctor Suárez, de Coalición Canaria, recordó que en mandatos anteriores un PMP elevado se interpretaba como un claro síntoma de crisis económica.

Suárez calificó la situación de "inaceptable" y criticó duramente que Telde sea el tercer municipio que más tarda en pagar. Además, exigió medidas concretas para garantizar mayor agilidad y previsión en la gestión económica del Ayuntamiento.

Falta de liderazgo y planificación

Aunque el alcalde destacó que el PMP comenzó a descender en febrero de 2025, gracias a gestiones realizadas por el grupo de Gobierno, lo cierto es que este problema evidencia un fallo estructural en la administración local. No se trata de un problema aislado, sino de una acumulación de ineficiencias y falta de planificación que han llevado a un retraso masivo en los pagos, afectando directamente a empresas y autónomos que dependen del Ayuntamiento para sostener sus actividades.

El coste de la inacción

Cuando los ayuntamientos no pagan a tiempo, las consecuencias van más allá de las cifras: generan desconfianza en el tejido empresarial local, perjudican la prestación de servicios a la ciudadanía y dificultan el funcionamiento de pequeñas empresas. Telde no puede permitirse seguir en esta trayectoria, especialmente cuando busca proyectar una imagen de municipio dinámico y eficiente.

¿Qué hace falta?

El Ayuntamiento necesita urgentemente implementar un plan de choque administrativo que agilice la tramitación de pagos pendientes y evite que situaciones como estas vuelvan a ocurrir. Este plan debe incluir la revisión de los procedimientos actuales, la mejora de la coordinación interna y la adopción de herramientas tecnológicas que permitan un control más eficiente de las deudas.

La ciudadanía, los proveedores y las empresas locales merecen un Ayuntamiento que no solo reconozca sus problemas, sino que actúe de manera eficaz para resolverlos. Es hora de pasar de las excusas a los resultados.

El Faro