Resuming podcast

5 de Octubre de 2024 a las 09:54

El asfaltado en Telde, o cómo el Partido Popular convierte su obligación en espectáculo

Compartir

El reciente anuncio del inicio del plan de asfaltado en Caserones Altos por parte del concejal del Partido Popular, Sergio Ramos, parece haberse presentado como un hito histórico para el municipio de Telde. Con bombo y platillo, Ramos y su séquito se pavonean frente a las cámaras, acompañados de titulares grandilocuentes que intentan hacer creer a los ciudadanos que están presenciando un logro sin precedentes.

Lo cierto es que, en el fondo, lo que Sergio Ramos y su equipo han montado este pasado martes en Caserones no es más que un circo. Se presenta ante los ciudadanos una obra de asfaltado como si fuera un regalo caído del cielo, cuando, en realidad, no es más que la obligación básica de un gobierno local. Es vergonzoso ver cómo se llenan la boca con palabras como "hito" y "récord" cuando lo único que están haciendo es cumplir con su responsabilidad. No es un favor, señores del Partido Popular, es lo mínimo que los ciudadanos, que pagan sus impuestos religiosamente, esperan de su gobierno.

Este tipo de despliegues mediáticos no son más que un intento de maquillar años de desidia y falta de acción. Según el propio Ramos, en menos de dos años de gestión se va a asfaltar más que en los últimos ocho. Esto, más que una muestra de éxito, debería ser motivo de reflexión: ¿cómo es posible que las necesidades de los vecinos hayan sido ignoradas durante tanto tiempo? El mal estado de las vías no es una novedad; es un problema que viene afectando a los teldenses desde hace décadas, y que solo ahora, con una campaña mediática calculada, parece estar recibiendo la atención que merece.

Este tipo de actos no hacen más que subrayar la desconexión entre los políticos y la realidad cotidiana de los ciudadanos. Para Ramos y compañía, un nuevo proyecto de asfaltado es una oportunidad de hacerse una foto, pero para los vecinos es simplemente la reparación de una dejadez prolongada. La inversión de 7,6 millones de euros se presenta como algo extraordinario, cuando lo que realmente debería indignarnos es que haya sido necesario llegar a esta situación crítica para que se tomen medidas.

Resulta especialmente irritante que un político se adjudique méritos por hacer su trabajo. Lo que debería ser algo rutinario se convierte, bajo la batuta del Partido Popular, en un espectáculo. ¿Realmente necesitamos ruedas de prensa y fotos para cada calle asfaltada? ¿No sería más lógico que el gobierno local se limitara a cumplir con su deber de forma discreta, pero eficiente?

Es aquí donde se delata la verdadera intención de estos actos: la autopromoción. Lamentablemente, en la política actual, el servicio público ha quedado relegado a un segundo plano frente a las ansias de notoriedad. Los ciudadanos, que son quienes financian con sus impuestos estas obras, se merecen algo mejor. Se merecen un gobierno que haga su trabajo sin fanfarronear y sin convertir cada acción en un acto propagandístico.

En definitiva, lo que Sergio Ramos y el Partido Popular nos vendieron este martes en Caserones no fue un plan de asfaltado, sino un acto de campaña encubierto. Los teldenses no necesitan más espectáculos ni promesas vacías; necesitan que los políticos hagan lo que deben hacer, sin necesidad de aplausos ni focos. Como bien se dice, a veces el mejor gobierno es el que trabaja en silencio, sin necesidad de presumir por cumplir su deber.

El Faro