12 de Noviembre de 2025 a las 12:37
Diez coches dañados. Dos más este martes. Un socavón que no se tapa. Y una solución que parece sacada de una comedia absurda: spray rojo fluorescente. Así se gestiona, al parecer, la seguridad vial en el ramal de salida hacia la GC-1 por Salinetas.
El vial costero, competencia del Cabildo de Gran Canaria, sigue abierto en canal mientras los conductores pagan la factura. Literalmente. Neumáticos reventados, suspensiones dañadas, y ninguna intervención real. Solo pintura. ¿Eso es lo que vale la vida útil de un coche en Telde?

Un agente señaliza con spray rojo el peligroso socavón/Canarias7
La Policía Local, lejos de activar protocolos, optó por marcar el peligro como quien señala una grieta en la acera. Bienintencionado, sí. Pero insuficiente. Lo que se espera de un cuerpo policial no es arte urbano, sino informes urgentes, presión institucional y medidas que eviten más víctimas mecánicas.
¿Y el Cabildo? Silencio. ¿Y el Ayuntamiento? Observa. ¿Y los ciudadanos? Reclamando, como pueden, ante una descoordinación que ya roza la negligencia.
Este tramo no es una calle secundaria. Es una vía estratégica, una arteria que conecta barrios, trabajos, familias. Su deterioro no solo ralentiza la movilidad: pone en riesgo la seguridad de cientos de personas cada día.
Pintar un bache no lo arregla. Lo disfraza. Lo posterga. Lo normaliza. Y eso, en política, es lo más peligroso de todo.
detelde.es