5 de Diciembre de 2024 a las 10:00
Este jueves 5 de diciembre en La Era del Cardón, municipio de Santa Lucía de Tirajana, se pudo observar una situación preocupante que refleja la ineficacia del cabildo de Gran Canaria en la gestión de la limpieza y el cuidado del entorno natural. Las imágenes muestran un área repleta de desechos que, en lugar de ser recolectados de forma adecuada, son simplemente arrastrados y redistribuidos hacia el frente de la carretera, según las prácticas de los empleados enviados al lugar. Este proceder, lejos de resolver el problema, evidencia una falta de compromiso real con la sostenibilidad y la preservación del medio ambiente.
La escena documentada es desalentadora: residuos de plástico, botellas y otros materiales se acumulan entre las piedras y los arbustos del terreno, ofreciendo un testimonio claro del abandono y la inacción de las autoridades. En lugar de llevar a cabo una recogida integral de la basura, los trabajadores, provistos de un sacho y un balde, se limitan a barrer y mover los desperdicios sin un destino final adecuado. Esta dinámica no solo perpetúa la contaminación, sino que refleja un desprecio total hacia las necesidades medioambientales y hacia los ciudadanos que esperan soluciones efectivas.
El cabildo de Gran Canaria no puede seguir relegando sus responsabilidades bajo la apariencia de acciones mínimas y superficiales. Es fundamental que las labores de limpieza sean planificadas de manera sostenible, con recursos adecuados y estrategias claras para garantizar la correcta eliminación de residuos. Además, resulta imprescindible implementar programas de educación y sensibilización que promuevan la prevención de este tipo de problemáticas, tanto entre los ciudadanos como en las instituciones responsables.
La Era del Cardón, como tantas otras áreas naturales de Gran Canaria, merece algo mejor que el abandono. La pasividad del cabildo ante estos hechos no solo afecta al paisaje, sino también a la biodiversidad local y a la calidad de vida de los habitantes. Es hora de exigir una gestión medioambiental seria, transparente y eficiente que priorice la limpieza, la conservación y el bienestar de la isla.
Los ciudadanos no deben conformarse con gestos simbólicos; el medio ambiente merece acciones reales y contundentes. El cabildo de Gran Canaria tiene la obligación de actuar con responsabilidad y visión de futuro para garantizar un entorno limpio y saludable para las generaciones presentes y futuras.
El Faro