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22 de Septiembre de 2023 a las 01:23

El cambio de cura en La Garita y parroquias adyacentes despierta inquietud en la comunidad

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En La Garita y las diez parroquias aledañas, una reciente noticia ha generado un profundo sentimiento de preocupación entre los fieles. El motivo de esta inquietud radica en el cambio de cura que se ha llevado a cabo en la zona, que amenaza con dejar a estas comunidades sin acceso regular a Misas y Confesiones.

En Telde, durante la celebración de San Juan y sus diez parroquias, surge una preocupación en relación con lo que establece Santiago en su carta 5, 18: 'Pues si pidesr un sacerdote, le enviarán un diácono, que no podrá cumplir con la unción, ni la absolución de sus pecados...'. El Apóstol plantea la siguiente pregunta: '¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que recen por él y lo unjan con óleo en el nombre del Señor'.

En relación a esta cuestión, cabe destacar las preguntas planteadas por algunos miembros de la comunidad, como por ejemplo, ¿no es cura el Padre Báez?, ¿por qué lo retiene inactivo en su casa?, ¿es que un diácono supera a un sacerdote?, ¿cuántos dejarán de asistir a asuntos religiosos por no aceptar a un diácono en bodas, bautizos, entierros, etc.?, ¿será lo mismo todo eso sin Misa de por medio?, ¿y puede un diácono atender a su familia propia, su trabajo de profesor, y atender diez parroquias?, ¿también visitas domiciliarias, vistas a enfermos, reuniones de Cáritas, etc., etc.? ¿Y qué pasa con un sacerdote de brazos cruzados, por petición de Antonio Morales?

La decisión de reemplazar al experimentado y ejemplar Padre Báez por un diácono recién ordenado ha suscitado numerosas preguntas en la feligresía local. El nuevo diácono, además de sus deberes religiosos, desempeña el papel de maestro de escuela y profesor de Religión. Su condición de hombre casado, con esposa e hijas, añade una dimensión inusual a su designación como ayudante y suplente del Vicario-párroco.

Aunque el diácono estará encargado de realizar bodas, bautizos, funerales y predicar el Evangelio, carecerá de la facultad para celebrar la Misa, ya que no es un sacerdote ordenado. Esto plantea interrogantes sobre si este cambio servirá realmente para el beneficio espiritual de la comunidad.

La principal preocupación de los sanjuaneros y de las parroquias circundantes es si este cambio permitirá satisfacer sus necesidades espirituales de manera adecuada. Dado que el Vicario deberá atender a la Vicaría antes que a la Parroquia, la responsabilidad recaerá en un hombre casado, lo que genera dudas en cuanto a su capacidad para liderar espiritualmente a la comunidad.

La pregunta clave que se plantea es si es preferible tener a un diácono recién ordenado en lugar de un sacerdote con experiencia y una trayectoria ejemplar como el Padre Báez. La comunidad busca respuestas claras y soluciones que les permitan mantener su fe y tradiciones en un entorno en constante cambio.

El obispo, por su parte, ha argumentado que la falta de sacerdotes es la razón detrás de esta controvertida decisión. Sin embargo, los fieles se preguntan por qué el Padre Báez fue retirado en respuesta a una solicitud de Antonio Morales, lo que agrega un matiz adicional a esta situación.

En resumen, el cambio de cura en La Garita y las parroquias cercanas ha generado preocupación y cuestionamientos en la comunidad, que espera respuestas claras y un futuro espiritual sólido en medio de estos tiempos de cambio e incertidumbre.