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22 de Noviembre de 2024 a las 15:24

El despilfarro del cabildo de Gran Canaria: ¿Prioridades erradas?

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¿Cómo justifica el Cabildo destinar millones de euros a infraestructuras de entretenimiento cuando hay miles de familias que luchan por cubrir sus necesidades más básicas?

En un contexto donde más de 700.000 personas en Canarias viven bajo el umbral de la pobreza, resulta indignante que los recursos públicos se destinen a proyectos cuya rentabilidad social y económica no está clara. El reciente uso de los platós financiados por el Cabildo de Gran Canaria para la filmación de la película The Beast, protagonizada por Samuel L. Jackson, es un ejemplo flagrante de esta desconexión entre las necesidades reales de los ciudadanos y las decisiones de los mandatarios.

Foto: LPDLP

Los platós en cuestión, ubicados en Infecar, han sido presentados como una inversión estratégica para posicionar a Gran Canaria como un destino atractivo para producciones audiovisuales. Sin embargo, los altos costes asociados a su construcción y mantenimiento, financiados con dinero público, suscitan dudas sobre si esta apuesta realmente beneficia a la población o si simplemente sirve como escaparate para satisfacer intereses ajenos a las prioridades sociales.

Gran Canaria tiene una tasa alarmante de pobreza y exclusión social. En este escenario, la pregunta es inevitable: ¿cómo justifica el Cabildo destinar millones de euros a infraestructuras de entretenimiento cuando hay miles de familias que luchan por cubrir sus necesidades más básicas?

La falta de transparencia agrava aún más la situación. No se han publicado estudios sólidos que demuestren que estos platós generarán un retorno de inversión suficiente como para compensar el gasto inicial. ¿Cuántos empleos sostenibles ha creado realmente esta infraestructura? ¿Cómo se mide su impacto en la economía local a largo plazo? Mientras no haya respuestas claras a estas preguntas, parece que los recursos de todos los grancanarios se están utilizando más como un lujo que como una necesidad.

Además, se debe cuestionar la narrativa que vincula la llegada de grandes producciones cinematográficas con beneficios automáticos para la población. Es innegable que el rodaje de películas genera cierta actividad económica temporal, pero estos efectos son efímeros y, en muchos casos, no logran llegar a quienes más lo necesitan.

Es fundamental que el Cabildo de Gran Canaria reevalúe sus prioridades y actúe con mayor responsabilidad fiscal y social. El dinero público debe destinarse a resolver las urgencias de la población, no a proyectos que sirven más como espectáculo que como solución. La lucha contra la pobreza y la exclusión social debe ser el verdadero motor de las políticas públicas en una isla donde miles de personas esperan un cambio real y tangible.

Mientras estas decisiones continúen, las autoridades del Cabildo se alejan cada vez más de los ciudadanos a quienes prometieron servir.

 El Faro