14 de Agosto de 2024 a las 21:42
Mientras el sol abrasador de agosto castiga sin piedad a los habitantes de Telde, hay algo que sigue desafiando a la paciencia de quienes transitan entre El Goro industrial y El Goro residencial: una carretera devastada, convertida en símbolo del olvido institucional. Los vehículos, los pasajeros y, más preocupantemente, los ciudadanos de Telde son las víctimas de una situación que parece no tener fin. Y no es para menos; la indignación está más que justificada.
Desde esta redacción, hemos señalado con insistencia al Ayuntamiento de Telde, aunque es bien sabido que esta vía pertenece al Cabildo de Gran Canaria. Sin embargo, ¿de qué sirve discutir sobre competencias cuando lo que está en juego es la seguridad y bienestar de la ciudadanía? Es evidente que los responsables han fracasado en su deber más básico: garantizar unas infraestructuras seguras y funcionales.
Una historia de negligencia y promesas vacías
Esta carretera lleva más de nueve años siendo un punto negro en la geografía de Telde, un recordatorio constante de la ineptitud de las autoridades que, elección tras elección, prometen y no cumplen. No solo ha habido desidia, sino que las pocas intervenciones realizadas, como el parcheo superficial antes de las últimas elecciones, han resultado ser más perjudiciales que beneficiosas. El resultado: una carretera en condiciones deplorables, que castiga a diario a los conductores y sus vehículos con socavones que parecen pozos sin fondo.
Consecuencias que superan lo económico
El deterioro no es solo una molestia para los bolsillos de los conductores que ven cómo sus vehículos se desgastan prematuramente. La falta de intervención tiene implicaciones mucho más graves. Por esta vía circulan camiones, guaguas y, lo que es más alarmante, es el trayecto que muchos niños deben cruzar para llegar a su colegio. La ausencia de medidas de seguridad, como la limitación de velocidad o la restricción del tráfico pesado, es una irresponsabilidad que puede terminar en tragedia. Es inaceptable que se ponga en riesgo la vida de los más pequeños mientras los políticos se enredan en excusas y justificaciones vacías.
La Indignación Crece: Prioridades erradas y despilfarro de dinero público
Lo más indignante es ver cómo se ha destinado dinero público para asfaltar la urbanización industrial, dejando en el olvido la conexión vital entre esta y la zona residencial. Las empresas que operan en el polígono industrial de El Goro dependen de esta vía para el transporte de mercancías y personal, lo que hace aún más incomprensible la falta de acción. Es un insulto a la inteligencia de los ciudadanos que se prioricen otras obras mientras esta carretera, fundamental para el día a día de muchos, sigue siendo ignorada.
Basta de excusas
Es imperativo que el gobierno actual de Telde deje de ignorar este problema y actúe con la urgencia que la situación demanda. Los parches temporales y las excusas ya no son aceptables. Se requiere una solución real y duradera, que ponga fin a esta negligencia crónica. Los ciudadanos de Telde merecen un gobierno que cumpla sus promesas y que, de una vez por todas, demuestre que su bienestar es una prioridad.
El tiempo de las palabras ha terminado; es hora de que los responsables se arremanguen y solucionen, de una vez por todas, este problema que ya ha superado todos los límites de lo tolerable. La carretera entre El Goro industrial y El Goro residencial debe ser reparada con urgencia, y los ciudadanos no deberían aceptar nada menos.