25 de Febrero de 2025 a las 08:00
"¡Exigimos su retirada inmediata!", gritan los vecinos, "No más imposiciones que dañen nuestro entorno e identidad". "El futuro de Telde debe construirse con decisiones responsables, no con despropósitos como este. ¡Fuera ya!"
En Telde, un molino eólico de enormes dimensiones, instalado por Loro Parque, se ha convertido en un símbolo de desacierto y desprecio hacia el paisaje y la comunidad. Impuesto sin consultar a los ciudadanos, este gigante de acero no solo afea el horizonte, sino que representa cómo los intereses privados pisotean el bien común. Los vecinos de Las Huesas, La Montañeta del Calero y el barrio de Casas Nuevas están en pie de guerra: “Es una vergüenza que se vea desde cualquier parte del municipio. Además, el ruido de las aspas es insoportable. ¿Cómo permitieron esto?”, reclama María, una residente de toda la vida.
Desde cualquier punto del municipio, su presencia es una herida en el paisaje. Prometido como progreso, hoy es sinónimo de frustración. “Parece que a nadie le importó lo que pensábamos. Esto no es progreso, es un ataque a nuestro entorno y a nuestra tranquilidad”, denuncia Juan, otro vecino afectado. Loro Parque y las autoridades deben responder: ¿dónde quedó la transparencia? ¿Por qué no se escuchó a los ciudadanos? Telde merece respeto. Este molino, lejos de ser un avance, es un error que debe corregirse. “No queremos esto aquí. Que lo quiten lo antes posible”, exige Ana, madre de familia y defensora del patrimonio natural de Telde. Los vecinos no solo sienten rabia, sino también vergüenza al ver cómo su paisaje, parte de su identidad, ha sido mancillado.
"¡Exigimos su retirada inmediata!", gritan los vecinos, "No más imposiciones que dañen nuestro entorno e identidad". El futuro de Telde debe construirse con decisiones responsables, no con despropósitos como este."¡Fuera ya!"