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13 de Septiembre de 2025 a las 00:44

El Santo Cristo desciende entre lágrimas y silencio en una noche de fe que une a todo Telde

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La Basílica Menor de San Juan se convirtió este viernes en el epicentro de la emoción y la fe con la Bajada del Santo Cristo de Telde, un acto que volvió a congregar a miles de personas en el corazón del municipio. El casco histórico se llenó de recogimiento y fervor ante uno de los momentos más esperados del calendario religioso y cultural de Canarias.

Desde primeras horas de la tarde, la plaza de San Juan comenzó a recibir a los fieles, muchos de ellos llegados desde otros municipios, atraídos por la solemnidad de un evento que trasciende lo litúrgico. El Ayuntamiento de Telde, fiel a su compromiso con la accesibilidad cultural, dispuso una pantalla gigante y más de 300 sillas para que nadie quedara al margen. La retransmisión en directo por TV Canaria y sus plataformas digitales permitió que cientos de familias vivieran la ceremonia desde sus hogares, ampliando el alcance de una tradición que cada año gana más fuerza.

A las 19.00 horas comenzó la eucaristía, oficiada por Miguel Lantigua Barrera, párroco de San Agustín y San Bernardo, en Las Palmas de Gran Canaria. El templo, colmado de fieles, aguardaba en silencio el momento cumbre. Pasadas las 20.00 horas, los seis portadores habituales ascendieron al retablo flamenco, tres por cada lado, envueltos en un silencio que estremecía. El descenso de la imagen del Santo Cristo, lento y solemne, fue seguido con lágrimas y oraciones por los presentes, que no ocultaban la intensidad del momento.

Desde el altar, el alcalde de Telde, Juan Antonio Peña, acompañado por los regidores de Gáldar y Valsequillo, Teodoro Sosa y Francisco Atta, observaban con respeto y emoción. Junto a ellos, concejales y autoridades locales compartían la experiencia con la comunidad. Al llegar al pie del altar, la imagen fue recibida por miembros de la curia y colocada cuidadosamente en el trono-móvil, donde permanecerá durante los próximos diez días.

Durante este tiempo, los fieles podrán acercarse al Santo Cristo, rendirle homenaje y renovar su esperanza antes de la procesión que recorrerá las calles de Telde el próximo jueves. La Bajada no es solo un acto religioso, es una manifestación viva de la espiritualidad de un pueblo que encuentra en su Cristo consuelo, fortaleza y unidad. Es el latido profundo de una tradición que sigue palpitando con fuerza en el alma de Canarias.

detelde.es