7 de Noviembre de 2024 a las 23:00
El gremio del taxi en Telde se enfrenta a una crisis de credibilidad. Los testimonios de usuarios insatisfechos crecen cada día, y muchos de ellos recurren a Radio Aventura Siglo 21 para denunciar una situación que consideran inaceptable. Recordemos que el taxi es un servicio público, de gestión municipal, y la responsabilidad de los taxistas debería estar enfocada en garantizar un servicio de calidad a la comunidad. Sin embargo, la realidad parece alejada de este ideal.
Desde nuestra emisora de radio y nuestra edición digital, El Diario de Noticias de Telde, hemos recibido quejas constantes de ciudadanos frustrados por la falta de disponibilidad y calidad del servicio de taxi en nuestra localidad. Las historias coinciden: largas esperas, disponibilidad irregular y una aparente falta de compromiso por parte de algunos profesionales del sector. Es un hecho que se trata de un problema serio y generalizado, y hemos decidido darle voz a estas quejas porque la comunidad merece ser escuchada.
Una profesión digna, desaprovechada
La labor de taxista es, en esencia, una profesión digna, necesaria y con un propósito claro: atender a los usuarios que dependen del transporte público para su movilidad. Sin embargo, algunos miembros del gremio parecen no valorar la importancia de su función en la sociedad. Es evidente que hay quienes no desean estar en el taxi; en ese caso, sería más honesto que cedieran el puesto a quienes sí están dispuestos a ejercer la profesión con el compromiso y dedicación que merece. Existe una lista de personas esperando una oportunidad de empleo, personas que probablemente aprovecharían la oportunidad de servir a su comunidad como corresponde. Sin embargo, mientras algunos ocupan estos puestos con desgana, el servicio sigue decayendo.
La denuncia ciudadana no es mentira
Resulta preocupante que algunos miembros del gremio tachen de mentirosos a los usuarios y a nuestro medio de comunicación por exponer la realidad. Las imágenes que hemos publicado en nuestras plataformas son una muestra de los puntos donde ciertos taxistas prefieren esperar a los pasajeros provenientes del aeropuerto de Gran Canaria, estacionándose en Santa Rita, en la estación de servicio de Cuatro Puertas, o en el barrio de Ojos de Garza, como se ha visto recientemente. La comunidad está cansada de la falta de taxis disponibles en las paradas locales mientras los profesionales del volante se concentran en áreas alejadas de las necesidades de los vecinos de Telde. ¿Es justo que el servicio, que se supone debería estar a disposición de todos, esté tan mal distribuido?
La realidad: Un servicio en decadencia
Es innegable que el servicio de taxi en Telde está, en la práctica, muerto. Los usuarios ven día tras día cómo se va deteriorando la calidad del servicio, mientras intentan en vano de encontrar taxis disponibles cuando realmente los necesitan. Este servicio que debería ser una solución cómoda y accesible para los ciudadanos, se ha convertido en una fuente de frustración y descontento. La falta de taxis en las paradas locales, sumada a la percepción de que algunos taxistas priorizan las ganancias de los trayectos al aeropuerto sobre las necesidades de los residentes, evidencia una desconexión entre el gremio y la comunidad que deberían atender.
La situación es insostenible y deja al descubierto problemas de fondo que merecen ser atendidos: ¿qué pasa con el compromiso de algunos taxistas hacia su responsabilidad como servicio público? El taxi es una concesión municipal, un trabajo que implica una dedicación al bienestar colectivo. Aquellos que deseen ser taxistas deben entender que están allí para servir a la ciudadanía de Telde, y no para actuar únicamente en beneficio propio.
Un llamaniento a la reflexión y la transparencia
Al gremio del taxi en Telde le corresponde ahora reflexionar sobre su papel en la comunidad y escuchar estas quejas que no provienen de rumores o suposiciones, sino de usuarios reales que padecen la falta de un servicio adecuado. A quienes se sientan señalados injustamente, les invitamos a alzar su voz con transparencia, a mostrar públicamente su versión de los hechos, y a trabajar juntos para mejorar este servicio esencial. La comunidad está abierta al diálogo y a ver acciones concretas que reviertan esta situación.
El taxi en Telde, como servicio público que es, debe ser digno, eficiente y accesible para todos. Aquellos que no están dispuestos a asumir la responsabilidad que ello implica, tienen la opción de hacerse a un lado y permitir que otros asuman esta labor con el compromiso necesario. Este es un llamado a la honestidad, al respeto por la profesión y, sobre todo, a la responsabilidad hacia el pueblo de Telde.