9 de Abril de 2024 a las 23:02
El último espectáculo de bravuconería política nos llega de la mano del vicealcalde de Telde, Sergio Ramos, quien ha hecho alarde de su disposición a “encadenarse” en demanda del asfaltado de un tramo vial cercano a la antigua Ikea. Esta declaración, más propia de un showman que de un líder político responsable, se suma a la larga lista de promesas incumplidas y gestiones ineficaces que caracterizan la gestión municipal.
La bravata de Ramos, también figura destacada del Partido Popular (PP) en Telde y senador por Gran Canaria, debería sonar a risa si no fuera por la gravedad del problema subyacente: un tramo vial plagado de socavones y baches que representa un peligro constante para conductores y peatones. En lugar de afrontar el problema con seriedad y determinación, opta por el teatro mediático, desviando la atención de su propia incompetencia.
Es triste ver cómo un representante electo recurre a tácticas de circo para llamar la atención sobre un problema que lleva años sin resolver. ¿Acaso necesita encadenarse para recordar sus responsabilidades como servidor público? La falta de asfaltado en este tramo vial no es un capricho, sino una necesidad urgente que afecta directamente la seguridad y la calidad de vida de los ciudadanos.
Mientras Ramos se pavonea en los platós de televisión, los empresarios y vecinos de Telde continúan sufriendo las consecuencias de su inacción. ¿Cuántas promesas más tendrán que escuchar antes de ver resultados tangibles? La confianza en que el trabajo se llevará a cabo antes de que finalice el mes de abril suena a otra falsa promesa destinada a calmar los ánimos de una ciudadanía cansada de excusas y justificaciones vacías.
Es hora de que el vicealcalde de Telde deje de jugar al héroe de pacotilla y asuma su responsabilidad con seriedad y compromiso. Los ciudadanos merecen más que discursos grandilocuentes y promesas vacías. Exigimos acciones concretas y resultados tangibles, no más faroles ni teatro político.