23 de Septiembre de 2025 a las 15:00
No pasa un mes sin que el señor Teodoro Sosa, alcalde de Gáldar —¿exalcalde espiritual ya?— y consejero del Cabildo de Gran Canaria, aterrice en Telde con la puntualidad de una guagua de Global en campaña. No importa el motivo: unas marquesinas por aquí, un simposio por allá, un hermanamiento con sabor preelectoral… El caso es que si hay una piedra que colocar o una foto que hacerse, ahí está Sosa. Como el mojo en las papas.
Y uno se pregunta: ¿por qué Telde? Porque esto no es normal. Y cuando algo no es normal en política, no suele ser por amor al patrimonio, sino por amor al padrón electoral. Desde que abandonó Nueva Canarias, Teodoro ha hecho más viajes a Telde que a Las Nieves en romería. Fundó su propio partido —Municipalistas Primero Canarias— y desde entonces parece que Telde es el primer municipio de esa nueva Canarias. Un día visita Cuatro Puertas, al otro se compromete con marquesinas, otro día anuncia inversiones culturales, y si se descuida usted, le planta un mural en La Garita. ¿Alguien ha contado cuántas veces ha pisado Telde este año? Nosotros sí. Y créanos: el GPS de su coche ya no reconoce Gáldar como “casa”.
Fuentes que no quieren dar su nombre pero sí muchas indirectas, dicen que Teodoro anda tanteando alianzas, buscando afectos perdidos, y —quién sabe— quizás tomando el pulso a un futuro electoral fuera de los confines del noroeste. Telde no es solo un municipio: es el premio gordo. Y si uno quiere presentarse como alternativa insular o regional, tiene que venir a besar la tierra (y el censo) de San Juan. A poder ser, con nota de prensa incluida.
¿Y qué dice Nueva Canarias? Pues nada que no se intuya: que el BNR se fue, que se desmarcó, que va por libre… Pero en privado, algunos ya ven en Teodoro Sosa al “artesano del centro político”, ese que puede pactar con quien sea si el sillón lo merece y la foto lo justifica. ¿Alianza con Coalición Canaria? ¿Conformar un eje “municipalista–nacionalista–flexible”? Todo puede pasar en esta telenovela insular.
Así que la próxima vez que vea a Teodoro Sosa en Telde —que será pronto, no se preocupe— mire más allá de la nota institucional. Pregúntese si está aquí por nosotros… o por lo que representamos. Porque si algo ha quedado claro en esta historia, es que cuando un político visita mucho un sitio… no es por las vistas. Es porque ese huevo quiere sal.
El Cernícalo
(Observador desde el cable más alto del municipio)