Resuming podcast

3 de Marzo de 2025 a las 18:39

Fuerte tormenta causa estragos en Telde: coches arrastrados, inundaciones y caos en Salinetas

Compartir

Una violenta tromba de agua, acompañada de granizo y tormenta eléctrica, azotó este lunes el municipio de Telde, en Gran Canaria, dejando a su paso un escenario de caos y destrucción, especialmente en la zona costera de Salinetas. Las intensas lluvias provocaron el desbordamiento de un barranco, generando una riada de agua, barro y restos vegetales que arrasó con todo a su paso: mobiliario urbano, viviendas, comercios e incluso arrastró un coche hasta el mar.

La fuerza del agua rompió barandillas, desplazó contenedores de basura e inundó garajes y el conocido restaurante La Gabarra. Tras la tormenta, decenas de vecinos salieron a las calles con palas y cepillos para limpiar los escombros, mientras el Ayuntamiento desplegaba un amplio operativo con Policía Local, Protección Civil y bomberos para evaluar los daños y asistir a los afectados.

El alcalde de Telde, Juan Antonio Peña, se personó en la zona para coordinar las labores de recuperación y mostrar su apoyo a los vecinos. "Estamos ante una situación complicada, pero afortunadamente no se han registrado daños personales graves", declaró.

El temporal también causó inundaciones en otras zonas del municipio, como el Barranco de Las Bachilleras, donde varios vehículos fueron arrastrados por la corriente. Además, el paso inferior que conecta la autovía GC-1 con el polígono industrial de Salinetas quedó cortado al tráfico tras quedar cuatro coches atrapados, aunque sus ocupantes fueron rescatados sin mayores problemas.

Ante la magnitud de los daños, el Ayuntamiento de Telde ha pedido a la población que evite los desplazamientos innecesarios y extreme la precaución. Mientras tanto, el Cabildo de Gran Canaria ha activado la alerta por lluvias ante la previsión de nuevos episodios fuertes este martes, especialmente en el noreste de la isla.

La tormenta ha dejado imágenes impactantes que circulan en redes sociales, mostrando la fuerza de la naturaleza y la vulnerabilidad de las zonas costeras ante fenómenos meteorológicos extremos. Las autoridades continúan trabajando para normalizar la situación, pero el mensaje es claro: la población debe mantenerse alerta.