GESTEL: entre cifras superficiales y preguntas sin respuesta

La reciente noticia que celebra la “mejoría de la gestión económica y financiera” de Gestel en 2023 es, cuando menos, insuficiente para los ciudadanos que exigimos claridad y rendición de cuentas. Según el informe de auditoría, el balance positivo de 104.000 euros es presentado como un logro, pero, más allá de las cifras, lo que falta es una explicación detallada y comprensible sobre las verdaderas entradas y salidas de dinero.

La información ofrecida se queda en una lista técnica de indicadores y términos contables que apenas aportan claridad. ¿De dónde proceden exactamente los ingresos? ¿Cuánto se ha recaudado de patrocinadores y venta de entradas? ¿Quiénes han sido los beneficiarios de los gastos? Estas preguntas son las que realmente interesan a los ciudadanos, y las respuestas brillan por su ausencia.

Además, mientras que el crecimiento del fondo de maniobra se presenta como un alivio, se reconoce un descenso en la solvencia y la autonomía financiera, lo que indica una gestión aún vulnerable. Si Gestel depende cada vez más de fuentes externas y no tiene capacidad para reforzar su estructura económica, ¿dónde está el mérito?

Este tipo de publicaciones parecen diseñadas más para maquillar la gestión que para rendir cuentas ante la ciudadanía. La opacidad genera desconfianza, y la falta de explicaciones detalladas refuerza la percepción de que algo se está ocultando. No nos basta con que el Tribunal de Cuentas certifique un balance positivo; queremos saber exactamente en qué se gasta y quién se beneficia de los recursos públicos que gestiona Gestel.

En un contexto de desconfianza en la gestión pública, es imprescindible que Gestel no se limite a presentar números fríos, sino que abra sus libros de cuentas a los ciudadanos para que podamos evaluar por nosotros mismos si su gestión es realmente eficiente, transparente y ética.

 El Faro