Gracias, Radio Aventura, por no venderte nunca

No se puede comprar la dignidad. Y Radio Aventura ha demostrado, día tras día, durante 25 años, que su línea editorial no está en venta. Que su lealtad no es con partidos, ni instituciones, ni grandes intereses. Su lealtad es con nosotros, los oyentes. Y eso, créanme, vale oro.

OPINIÓN | EN NOMBRE DE TODOS   

Por J.L. Navarro – oyente desde el primer día

Yo no soy periodista. No tengo carnet de prensa, ni trabajo en los medios. Soy una persona de a pie. Uno de tantos. De esos que cada mañana encienden la radio y buscan, más que una noticia, una voz en la que confiar. Y esa voz, desde hace 25 años, tiene nombre: Radio Aventura Siglo 21.

Sé que hablo por muchos. Por vecinos, por familias, por gente mayor y también por jóvenes que heredaron el dial de sus padres. Gente que no tiene tribuna ni altavoz, pero que agradece profundamente que haya una radio que no se vende, que no se calla, que no se arrodilla ante nadie.

Durante todo este tiempo, Radio Aventura ha sido mucho más que una emisora. Ha sido compañía en la soledad, ha sido denuncia cuando nadie escuchaba, ha sido consuelo cuando las cosas iban mal y, sobre todo, ha sido la voz de la verdad cuando todo lo demás hacía ruido.

Sé que a veces se meten en líos. Que molestan. Que hay quienes preferirían que se callaran. Pero, ¿saben qué? Que nunca se callen. Porque lo que hacen, lo hacen por todos nosotros. Dicen lo que muchos pensamos y no nos atrevemos a decir. Y eso tiene un valor incalculable.

No se puede comprar la dignidad. Y Radio Aventura ha demostrado, día tras día, durante 25 años, que su línea editorial no está en venta. Que su lealtad no es con partidos, ni instituciones, ni grandes intereses. Su lealtad es con nosotros, los oyentes. Y eso, créanme, vale oro.

Por eso hoy, en nombre de todos los que sintonizamos la 107.8 FM, de los que escuchamos desde el coche, desde casa, desde el trabajo, quiero darles las gracias. Gracias por el valor. Gracias por el compromiso. Gracias por seguir.

Y no están solos. Aunque no todos lo digamos en voz alta, aunque no todos escribamos columnas, somos muchos los que estamos ahí, cada día, con ustedes. Y si alguna vez dudan o se cansan, que este texto les recuerde lo que representan: la radio que nunca se vendió. La que sigue hablando claro. La que aún nos hace sentir parte de algo más grande.

Firmado:
J.L. Navarro
Oyente desde el año 2000