29 de Abril de 2025 a las 20:52
En mi empeño de que no caigan en el olvido aquellos grandes hombres de la cultura y el deporte que dieron lustre a Canarias en el siglo pasado, hoy quiero rendir homenaje a un paisano entrañable, amigo de la infancia, y figura destacada del boxeo nacional: Miguel Calderín Liria, conocido por todos como Kimbo.
Nacido en Telde el 2 de agosto de 1936, Kimbo se coronó campeón de España del peso pluma en 1963, enfrentándose a figuras míticas como José Legrá, Pedro Carrasco y Manolo Calvo. Su carrera profesional abarcó de 1958 a 1966, con un récord admirable: 41 victorias, 29 derrotas y 9 empates, con apenas tres derrotas antes del límite.
Pero sus logros no empezaron ahí. Ya como amateur, fue campeón de España en 1957 y 1958 en el peso gallo. Tras retirarse del boxeo, se convirtió en un popular taxista en su ciudad natal, donde siempre fue querido por los vecinos. En 1992, una calle de Telde fue nombrada en su honor. Falleció el 24 de abril de 2020, a los 83 años.
Un boxeador técnico y noble
Kimbo fue un estilista del ring. No era un pegador demoledor, pero lo compensaba con técnica depurada, defensa sólida y una inteligencia táctica admirable. Su preparación era rigurosa: entrenamientos intensos, sparring de alto nivel, análisis de rivales y una excelente condición física. Su estilo recordaba al de Sugar Ray Leonard, basado en la estrategia más que en la fuerza bruta.
Lo recuerdo de niño, entrenando en el gimnasio de la C.O.N.S. de Telde, donde conoció a su primer entrenador, el también olvidado Quico Monzón, del que pronto escribiré. Kimbo entrenaba con una disciplina admirable. Practicaba el análisis y visualización del combate, algo que pocos hacían en su época.
Peleas memorables
Entre sus combates más destacados figuran:
Además, se midió con figuras de renombre como José Legrá, Pedro Carrasco, Kid Tano y Howard Winstone.
Un legado que no debe olvidarse
Desde aquí, como grancanario y teldense, hago un llamado a las autoridades del Gobierno de Canarias: Kimbo no debe caer en el olvido. Fue un referente, un deportista ejemplar y un ser humano lleno de nobleza.
Miguel, allá donde estés, sigue boxeando en el cielo. Enséñales a esos ángeles lo que es pelear con elegancia y respeto. Gracias por dejar una huella imborrable en tantos de nosotros.
Julio César González Padrón
Marino mercante y escritor
Nota de redacción: La imagen que ilustra la noticia, está generada con inteligencia artificial, a raíz de una imagen Antigua de Kimbo.