La caída del Laurel de Indias: Una advertencia trágica en la plaza de San Juan de Telde

En los últimos tiempos, la majestuosa Plaza de San Juan en Telde ha sido testigo de numerosos eventos que podrían tener consecuencias trágicas, como la reciente caída del centenario Laurel de Indias. A lo largo de los años, tanto el Cronista Oficial de la ciudad, don Antonio María González Padrón, como eRadio Aventura Siglo 21 han sido voces insistentes en la advertencia de que no se deben instalar casetas, permitir la entrada de vehículos o celebrar fiestas multitudinarias en este icónico lugar histórico.

Este conjunto histórico monumental, que es un tesoro para la ciudad de Telde, debe ser preservado y respetado. La preocupación radica en que tales actividades en la Plaza de San Juan, lejos de ser un homenaje, están desencadenando un deterioro progresivo de nuestra historia. La Plaza de San Juan es un lugar con un valor histórico incalculable, y su uso indebido pone en peligro su conservación.

Cabe preguntarse por qué no se utilizan recintos más adecuados, como el Parque Urbano de San Juan o el Parque Urbano de San Gregorio, para estos eventos. Estos lugares brindan el espacio necesario para albergar celebraciones sin poner en peligro la integridad de nuestro patrimonio histórico.

Se ha argumentado que estos eventos no se llevan a cabo en los parques urbanos mencionados debido a la falta de afluencia de público, ya que no se anuncian adecuadamente en los medios pertinentes. Sin embargo, esta razón no justifica poner en peligro la Plaza de San Juan o cualquier otro sitio histórico. La falta de promoción adecuada no debe ser un pretexto para el uso indebido de estos espacios.

El trágico incidente reciente, la caída del Laurel de Indias en la Plaza de San Juan, es una advertencia que no podemos ignorar. Este suceso debe servir como recordatorio de la importancia de proteger y preservar nuestro patrimonio histórico y cultural. La historia de una ciudad es un legado invaluable que debemos mantener para las generaciones futuras.

En resumen, es fundamental que las autoridades y organizadores de eventos en Telde reconsideren su enfoque y utilicen los lugares apropiados para sus actividades, en lugar de arriesgar la pérdida de nuestro valioso patrimonio histórico. La caída del Laurel de Indias en la Plaza de San Juan debería ser un llamado a la reflexión y una oportunidad para cambiar el rumbo y garantizar la protección de nuestra historia.

El Faro