22 de Marzo de 2025 a las 16:27
La expansión descontrolada de la cochinilla mexicana (Dactylopius opuntiae) en las islas Canarias es una tragedia que ha sido ignorada durante años por las autoridades competentes. Esta plaga, detectada por primera vez en La Palma en 2010, se ha extendido a Tenerife, Lanzarote y Gran Canaria, amenazando con destruir la tunera canaria, un símbolo cultural y económico de las islas.
A pesar de las constantes advertencias de agricultores y expertos, las autoridades no han tomado las medidas necesarias para frenar esta catástrofe. Los métodos de control disponibles, como el uso de agua a presión, jabón potásico y aceites, no son suficientes para detener su avance. La falta de productos fitosanitarios registrados agrava aún más el panorama.
Es inaceptable que, tras más de una década de expansión incontrolada, el Gobierno de Canarias haya tardado tanto en declarar esta plaga como oficial. Los agricultores están indefensos, luchando contra una plaga que sigue ganando terreno con cada temporada. La supervivencia de la tunera canaria está en serio peligro, y con ella, la identidad cultural y económica de Canarias.
Es urgente que las autoridades asuman su responsabilidad y pongan en marcha un plan integral para erradicar la cochinilla mexicana. Este plan debe incluir el desarrollo de productos fitosanitarios específicos, la investigación sobre enemigos naturales y un sistema de apoyo directo a los agricultores afectados. La crisis de la cochinilla mexicana debe ser tratada como una prioridad máxima, porque, si no se actúa ya, los daños serán irreparables