13 de Diciembre de 2024 a las 02:00
La comunicación digital ha transformado la forma en que accedemos a la información, dando lugar a medios locales que, en muchos casos, contribuyen al desarrollo de las comunidades. Sin embargo, no todas las plataformas operan con la transparencia y la ética que deberían. En el caso de cierto portal en Telde, su línea editorial y decisiones de cobertura dejan entrever una práctica que merece ser analizada críticamente.
Críticas selectivas y posibles intereses comerciales
Recientemente, este medio ha publicado un artículo que señala a la empresa concesionaria del alumbrado público, Elecnor, acusándola de deteriorar el patrimonio histórico de la Alameda de San Juan. Según el texto, los vehículos de la compañía han causado daños irreparables al pavimento y afectado la estética de la plaza. Sin embargo, es importante resaltar que estas denuncias se basan en supuestas quejas vecinales cuya autoría no ha sido verificada.
A simple vista, parece un ejercicio legítimo de fiscalización. Pero cuando se examina el contexto, surgen dudas. Mientras este medio carga contra Elecnor por prácticas cuestionables, su silencio respecto a otras actividades de impacto —muchas de ellas vinculadas a eventos comerciales o institucionales que han dejado su huella en el mismo entorno— genera suspicacias.
Por ejemplo, se ha constatado que actividades festivas organizadas en la misma plaza, financiadas con fondos públicos y privados, también han implicado un uso intensivo del espacio, dejando residuos y afectando su limpieza y conservación. ¿Por qué estos eventos, muchos de ellos anunciados con entusiasmo por la plataforma en cuestión, no reciben el mismo nivel de escrutinio?
El problema de fondo: ¿Publicidad o presión?
Lo que resulta preocupante es que el trato que esta web otorga a ciertos temas parece estar condicionado por relaciones comerciales. Varias empresas locales han señalado que el medio en cuestión adopta una postura crítica o incluso hostil cuando no contratan servicios publicitarios con ellos. Este tipo de prácticas, de confirmarse, socavaría la confianza en el medio y reflejaría un uso indebido de su influencia para ejercer presión económica.
Elecnor, por ejemplo, no aparece como anunciante en este portal, lo que podría explicar la intensidad de los ataques que recibe. En contraste, eventos organizados con apoyo de empresas que sí han invertido en publicidad son retratados de manera elogiosa, incluso cuando podrían implicar un impacto negativo en el patrimonio urbano.
La necesidad de un periodismo responsable
El ejercicio del periodismo debe estar guiado por principios éticos, entre ellos la imparcialidad, la transparencia y el compromiso con la verdad. Los medios locales tienen un papel crucial en la construcción de comunidades informadas, pero para cumplir esta función, deben operar con integridad y evitar caer en prácticas que erosionen su credibilidad.
En Telde, el patrimonio histórico y cultural merece protección y cuidado, pero también una cobertura mediática que no esté influenciada por intereses ajenos al bien común. Cuando los medios actúan más como agentes de presión que como garantes de la verdad, no solo dañan su reputación, sino también la confianza de los ciudadanos.
El Faro
Foto: TA