3 de Octubre de 2023 a las 23:00
El reciente y trágico incidente en el que un marinero perdió la vida a bordo del buque “Volcán de Tamadaba” de Naviera Armas, en el Muelle Nelson Mandela de Las Palmas de Gran Canaria, revela una perturbadora falta de humanidad por parte de la compañía. Más allá de la fatalidad del accidente en sí, lo que resalta de manera impactante es la insensible reacción de Naviera Armas.
El hecho de que la empresa optara por continuar con las operaciones, a pesar de la muerte de uno de sus empleados, es simplemente inaceptable. La prioridad debería haber sido el bienestar y el apoyo a la tripulación, que, según el presidente del Comité de Empresas, estaba “en un estado de shock”. ¿Dónde está la compasión y la responsabilidad de Naviera Armas hacia sus trabajadores?
El comunicado de la empresa, aunque expresa condolencias, no puede ocultar la falta de empatía demostrada al permitir que más de 30 trabajadores continuaran sus labores. ¿Acaso la vida de un empleado no merece ni un breve momento de reflexión y respeto? Naviera Armas ha demostrado una total indiferencia hacia la seguridad y el bienestar de sus trabajadores.
Además, es alarmante que aún se desconozcan los detalles del accidente. Naviera Armas debería haber proporcionado información transparente y detallada sobre lo sucedido, en lugar de mantener un velo de secretismo. La falta de transparencia solo aumenta las sospechas y la preocupación.
En este momento, es imperativo que se realice una investigación exhaustiva para esclarecer las causas del accidente y garantizar que se tomen medidas para prevenir tragedias similares en el futuro. Naviera Armas debe rendir cuentas por su falta de acción y su insensibilidad ante la pérdida de un valioso miembro de su tripulación.
En resumen, el incidente en el Muelle Nelson Mandela de Las Palmas de Gran Canaria ha dejado en claro que Naviera Armas carece de la ética y la humanidad necesarias para gestionar adecuadamente la seguridad y el bienestar de sus empleados. La empresa debe enfrentar las críticas y tomar medidas inmediatas para rectificar esta situación y asegurar que nunca más se repita una tragedia similar en sus barcos.
Juan Cristóbal San José