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15 de Diciembre de 2024 a las 12:00

La manipulación informativa: Cuando la publicidad condiciona la verdad

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En Telde, una página web que se presenta como un medio informativo ha sido acusada de manipular los hechos en favor de intereses comerciales, distorsionando la realidad de los eventos locales. Un claro ejemplo de esto fue su cobertura de la 14ª Feria de la Naranja, donde, a pesar de la alerta de lluvias y vientos fuertes que desanimó a la mayoría de los asistentes, la web insistió en que el evento fue un éxito rotundo, afirmando que miles de personas acudieron.

La verdad es que, debido al mal tiempo, la afluencia fue mínima. Los agricultores que llevaron miles de kilos de naranjas para venderlas en la feria, se vieron obligados a regresar a casa con la mayor parte de su cosecha sin vender, aunque en una nota de prensa del Ayuntamiento de Telde, anunciaban la venta de 8 t,. En lugar de reconocer la situación, el portal siguió haciendo una apología de un evento que no cumplió con las expectativas.

Lo que realmente se oculta detrás de esta información sesgada es la relación comercial entre esta web y el Ayuntamiento de Telde, especialmente con Gestel, que patrocina muchos de estos eventos. La concejala responsable, María González Calderín del Partido Popular, optó por mantener el evento a pesar de las condiciones adversas, dejando de lado la empatía hacia los agricultores que, en lugar de vender sus productos, tuvieron que llevárselos de vuelta a sus casas. Una decisión que, más allá de su falta de criterio, estuvo probablemente motivada por el ego y la imagen política.

Este tipo de manipulación informativa no solo daña a los lectores, sino también a aquellos que se ven afectados directamente por las decisiones tomadas, como los agricultores locales. Los teldenses deben ser conscientes de cómo ciertos medios, impulsados por intereses comerciales, pueden distorsionar la realidad a su conveniencia. Es hora de exigir más transparencia y responsabilidad a los medios locales para que la verdad prevalezca sobre la propaganda.

El Faro