8 de Diciembre de 2024 a las 11:13
La Ermita de San Pedro Mártir de Verona acogió la noche del viernes un concierto extraordinario que reafirmó el valor de la música tradicional canaria como recurso educativo. Pese a las limitaciones de espacio, el evento, protagonizado por el célebre timplista Benito Cabrera junto a un cuarteto de cuerdas, logró un lleno absoluto y dejó huella en todos los asistentes.
En el marco del ciclo cultural Ecos del Patrimonio, el espectáculo fusionó la autenticidad del timple canario con la elegancia de los instrumentos de cuerda, mostrando cómo la música tradicional puede ser una herramienta pedagógica para transmitir valores, historia y arraigo cultural. Los asistentes disfrutaron de un repertorio que conjugó tradición y modernidad, conectando generaciones a través del arte.
El concejal de Educación de Telde, Juan Pablo Rodríguez, tuvo un papel destacado en el evento, valorando la importancia de iniciativas como esta para integrar la música en los programas educativos del municipio. “El timple es mucho más que un instrumento; es un símbolo de nuestra identidad que, bien empleado, puede enseñar a los jóvenes a valorar su patrimonio cultural y enriquecer su formación integral”, declaró Rodríguez.
Organizado por el Cabildo de Gran Canaria, el Ayuntamiento de Telde y la Orquesta Sinfónica de Las Palmas, el concierto subrayó el compromiso de las instituciones con la educación a través del arte. Aunque algunos asistentes señalaron que un espacio más amplio, como el Teatro Juan Ramón Jiménez, habría permitido una mayor asistencia, la atmósfera íntima de la ermita añadió un carácter único a la velada.
Este concierto no solo fue un deleite musical, sino también un ejemplo de cómo la música tradicional puede convertirse en un puente educativo entre generaciones, consolidando su lugar como una herramienta clave en la formación cultural y emocional de la sociedad.