La política del asfalto y la búsqueda de protagonismo

La reciente disputa entre el Cabildo de Gran Canaria y Sergio Ramos, concejal de Telde por el Partido Popular, a propósito del plan de asfaltado municipal, evidencia el triste estado de la política local: un juego de egos y ansias de protagonismo, donde lo que menos importa es el ciudadano.

Antonio Morales, presidente del Cabildo, ha enviado una carta a Ramos exigiendo explicaciones y rectificaciones públicas por no haber mencionado en las comunicaciones municipales la importante financiación del Cabildo en las obras. Ramos, en su réplica, se disculpa, pero con la típica maniobra política de desviar la atención corrigiendo cifras y justificando la ausencia de actos públicos por la convalecencia del alcalde. El mensaje es claro: lo importante aquí no es el asfaltado ni el servicio a los ciudadanos, sino quién se cuelga la medalla.

Este episodio no es aislado. Ramos ya había tenido enfrentamientos con el Cabildo en el pasado, dejando claro que estas disputas tienen menos que ver con el bienestar de Telde y más con la carrera por el reconocimiento político. La realidad es que, mientras ellos pelean por aparecer en la foto, las calles siguen a medio arreglar y el ciudadano sigue esperando soluciones reales.

Lo que vemos aquí es una política marcada por la vanidad y el protagonismo, donde se pierden las verdaderas prioridades. Si de verdad les importara mejorar la vida de los vecinos, no estarían enfrascados en estas peleas mezquinas por quién recibe el crédito. Lo que queda al descubierto es una desconexión profunda entre las instituciones y las necesidades reales de la gente.

Si esta es la política que nos gobierna, el único perdedor es el ciudadano, que sigue relegado al último lugar en la lista de prioridades.

El Faro