23 de Septiembre de 2024 a las 09:10
En respuesta al artículo recientemente publicado en nuestro diario, titulado *El fin de la impunidad en el sector del taxi en Telde: El alcalde dice basta* (21 de septiembre de 2024), hemos recibido la opinión de un taxista del municipio que ofrece una visión diferente sobre la problemática actual del sector. Este conductor comparte una reflexión profunda y honesta sobre las condiciones de trabajo que enfrentan los profesionales del taxi en Telde, pero también en otras zonas como Las Palmas de Gran Canaria o Ingenio, destacando las dificultades que van más allá de lo expuesto por el Ayuntamiento.
Según este taxista, la situación actual no se debe únicamente a la mala gestión o falta de compromiso de algunos profesionales del sector, como se ha insinuado. El origen del problema, asegura, radica en los cambios legales que han afectado las condiciones laborales de los conductores y titulares de licencias. Años atrás, explica, era común que los taxis contaran con hasta tres chóferes, lo que permitía que los vehículos estuvieran casi 24 horas en circulación, proporcionando un servicio continuo. Sin embargo, con la introducción de normativas que exigen jornadas laborales más cortas y derechos laborales más amplios, como la limitación a 40 horas semanales, esta dinámica cambió de manera drástica.
"Ahora, los chóferes exigen sus derechos como trabajadores normales, y eso en el taxi no es rentable", afirma. Los costes operativos, que incluyen sueldos, seguros, mantenimiento y otros gastos, han aumentado considerablemente, haciendo inviable mantener el mismo ritmo de trabajo de antaño. Esto, sostiene, ha llevado a muchos titulares a priorizar su propio bienestar y descansar cuando es necesario, provocando la percepción de que los taxis han desaparecido de las calles, cuando en realidad están descansando tras largas jornadas laborales.
Otro aspecto destacado por este conductor es la controversia sobre la presencia de taxis en el aeropuerto de Gran Canaria. Según él, no es cierto que la mayoría de los taxis de Telde se concentren exclusivamente en el aeropuerto, dejando desatendido al municipio. Aclara que, de hecho, aproximadamente la mitad de la flota se encuentra trabajando en el aeropuerto, mientras que el resto está descansando debido al agotamiento acumulado. El problema, según su relato, no es que los taxistas prioricen el aeropuerto en detrimento de Telde, sino que están "reventados" tras largas jornadas de trabajo que a menudo alcanzan hasta 20 horas diarias.
El taxista también señala que las dificultades para conseguir un taxi durante ciertas horas, como por la noche o los fines de semana, están directamente relacionadas con la falta de chóferes. Los titulares de las licencias suelen descansar en los días que no les toca trabajar en el aeropuerto, alternando sus jornadas entre sábado y domingo, lo que deja al municipio con un número reducido de taxis en momentos de alta demanda.
Asimismo, advierte que la situación podría empeorar una vez que comience la temporada alta de turismo, a partir del cambio de hora. El nuevo sistema de turnos que el Ayuntamiento planea imponer no será una solución efectiva, según su punto de vista. Los taxistas cumplirán con los horarios establecidos, pero las horas extras no contempladas seguirán sin cubrirse, lo que generará nuevamente problemas de disponibilidad.
En resumen, este testimonio de primera mano revela una realidad más compleja que la planteada por las autoridades locales. Si bien es evidente que existen deficiencias en el servicio de taxis en Telde, también es necesario considerar las dificultades económicas y laborales que enfrentan los taxistas. La nueva regulación de turnos obligatorios podría no ser suficiente para resolver el problema de fondo, que parece estar más relacionado con la viabilidad económica del trabajo en el sector del taxi que con la falta de compromiso de los conductores.
Lo que queda claro es que, aunque las medidas del Ayuntamiento puedan ofrecer una solución a corto plazo, es fundamental que las autoridades y los representantes del sector trabajen juntos para abordar de manera integral los desafíos que enfrenta el gremio. Sin este enfoque colaborativo, los problemas estructurales que afectan al taxi en Telde y en otras áreas de Gran Canaria continuarán afectando a los ciudadanos y a los profesionales del sector.
En definitiva, este debate deja en el aire una pregunta fundamental: ¿se puede mejorar el servicio del taxi en Telde sin afectar negativamente las condiciones laborales de los conductores? La respuesta no parece simple, pero lo que está claro es que cualquier solución deberá tener en cuenta todas las partes implicadas.