22 de Agosto de 2024 a las 17:55
El artículo reciente que expuso el lamentable estado de las calles de Telde parece haber tocado una fibra sensible en la Concejalía de Limpieza Viaria y Recogida de Residuos. Tanto es así que un miembro del gobierno, presumiblemente enviado por la propia concejala María González Calderín, se apresuró a desmentir las afirmaciones vertidas en nuestra publicación, alegando que las imágenes mostradas no corresponden a la realidad. Este tipo de reacciones no solo son decepcionantes, sino que también resultan preocupantes.
Es difícil no cuestionarse si la Sra. Calderín entiende la magnitud de su responsabilidad como gestora de la limpieza en nuestro municipio. La estrategia de enviar a un intermediario para intentar minimizar la gravedad de los hechos es, cuanto menos, inaceptable. La concejala debería ser la primera en salir a dar explicaciones y no esconderse detrás de un portavoz para desviar la atención de los problemas que verdaderamente afectan a los ciudadanos.
El verdadero problema no radica en si las imágenes publicadas son actuales o no, sino en la realidad diaria que viven los vecinos de Telde: un entorno cada vez más descuidado, donde la limpieza y el mantenimiento brillan por su ausencia. Es una realidad palpable que no necesita ser evidenciada con fotografías específicas, pues basta con recorrer las calles para constatar lo que hemos denunciado. El estado de abandono en el que se encuentra Telde no es producto de una campaña de desprestigio, sino de una gestión ineficaz.
La Sra. Calderín debe asumir su responsabilidad y entender que, como figura pública, su deber es rendir cuentas a los ciudadanos. En lugar de ordenar a sus compañeros que defiendan lo indefendible, debería centrarse en garantizar que los recursos destinados a la limpieza se utilicen de manera eficiente. Los ciudadanos no solo merecen respuestas, sino también soluciones visibles y efectivas.
En un contexto donde los recursos públicos son limitados y las necesidades son muchas, es inadmisible que la concejala y su equipo se dediquen a justificar la dejadez en lugar de remediarla. Si María González Calderín pretende demostrar que está comprometida con el bienestar de Telde, debe cambiar su enfoque de inmediato. La transparencia y la autocrítica no son solo aspectos deseables en un servidor público, sino esenciales para una gestión eficiente.
Sra. Calderín, es hora de que usted y su equipo dejen de buscar excusas y comiencen a actuar. Telde no necesita defensas vacías, sino un compromiso real con la limpieza y el orden. Los ciudadanos no pueden seguir soportando las consecuencias de una gestión que parece más preocupada por la imagen que por los resultados. La situación actual no es solo un reflejo de las calles sucias, sino de una actitud que debe cambiar radicalmente si queremos un municipio digno y cuidado.
La pelota está en su tejado, Sra. Calderín. Es su responsabilidad demostrar que su gestión puede estar a la altura de lo que Telde merece.
El Faro