La vieja política saca las uñas contra Teodoro Sosa

En la política canaria, parece que quienes apuestan por la transparencia y la regeneración tienen un letrero en la espalda que dice: “Censúrenme”. Teodoro Sosa, alcalde de Gáldar y líder del sector crítico de Nueva Canarias (NC), lo tiene claro: las mociones de censura que han barrido San Mateo, Guía y ahora Agaete no son casualidades. Son maniobras dignas del manual de los dinosaurios políticos que no quieren soltar su hueso.

En Agaete, la última joya del transfuguismo local, una concejal exsocialista ha sido la pieza clave de un pacto entre el PP y… el silencio del PSOE. Y, por si fuera poco, la dirección de NC parece estar más interesada en mirar al techo que en defender a sus propios alcaldes elegidos democráticamente. ¿Será que la regeneración solo es un eslogan cuando no incomoda?

Mientras los de siempre juegan al ajedrez político con fichas marcadas, Sosa lo deja claro: podrán ganarle unas cuantas batallas, pero la guerra se decidirá en las urnas en 2027. Y para entonces, quizá la ciudadanía decida que ya ha tenido suficiente de pactos oscuros, transfuguismo y ese arte tan torticero de gobernar a base de intrigas.

Que sigan conspirando. Al final, la política vieja siempre tiene fecha de caducidad. Y algunos ya están pasados de consumo.