Los que copian sin nombrar… y encima se creen listos

No es la primera vez. De hecho, es costumbre. En TeldeActualidad nunca nombran con todas sus letras a Radio Aventura Siglo 21, aunque saquen sus noticias enteras. Y no son los únicos: el rotativo regional Canarias7 también ha caído varias veces en lo mismo. Ya no sorprende, pero sí cansa. Porque una cosa es inspirarse y otra muy distinta es servirse del trabajo ajeno como si fuese propio, sin citar fuentes, como si la información naciera por generación espontánea.

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Lo ocurrido con el robo a la joyería de la calle Poeta Fernando González lo ilustra a la perfección.https://www.detelde.es/news/las-autoridades-de-telde-intensifican-la-vigilancia-ante-recientes-delitos 

Fue gracias al trabajo de campo de Radio Aventura Siglo 21 —y lo digo con mayúsculas— que se pudo contar, de primera mano, lo que pasó. Se habló con la dependienta, se buscó confirmación con la Policía, se pisó la acera. ¿Y luego qué? Luego llegan los “otros”, los de siempre, los que se pasean por internet como si fuera un bufé libre, copiando el trabajo de otros sin decir de dónde lo sacaron.

Ni una mención a quienes sudaron la noticia. Ni una línea que reconozca que la fuente fue esta emisora. No, mejor decir “según ha podido saber este medio”, como si los micrófonos de Radio Aventura no hubieran estado ahí antes que nadie.

Y, sinceramente, no es rabia. Es orgullo. Porque cuando te copian, es que algo estarás haciendo bien. Pero cuando lo hacen sin nombrarte, es porque reconocerte les dolería. Les jodería tener que admitir que, mientras ellos esperan a que otros se muevan, aquí hay un equipo que va, pregunta, investiga y cuenta.

A los compañeros de Radio Aventura Siglo 21 no les hace falta que nadie les regale el mérito. Ya lo tienen ganado. Pero que no se extrañe luego nadie si algún día empezamos a cerrar el grifo. Porque, en esta tierra, hay quien no trabaja… pero sí tiene buena vista para aprovecharse del esfuerzo ajeno.

Y lo mejor de todo es que, pese a todo, aquí seguimos: informando con rigor, firmando con nombre y apellido, y sin esconder la cara detrás de unas siglas.

Que quede claro: si nos copian, que nos nombren. Y si no nos nombran, que al menos no presuman de ser los primeros en contar lo que otro ya ha contado mejor.

Firmado: Maruca, sin filtro. Porque ya está bien.