Minerva Alonso: La inacción disfrazada de política

La renuncia de Minerva Alonso a su acta municipal en el Ayuntamiento de Telde, anunciada por TELDEACTUALIDAD, no sorprende a nadie. Su paso por la política local y su actual cargo en el Cabildo de Gran Canaria no han sido más que una serie de apariciones públicas y fotografías, con un vacío abrumador en cuanto a resultados y gestión efectiva.

Foto: TELDEACTUALIDAD

Alonso, consejera de Gobierno de Desarrollo Económico, Industria, Comercio y Artesanía en el Cabildo grancanario y concejala de Nueva Canarias, ha dejado una huella que podríamos calificar de inexistente. Su renuncia, según sus propias palabras, se debía a la imposibilidad de asistir a las reuniones del pleno municipal debido a la coincidencia con sus obligaciones insulares. Sin embargo, la realidad es que su ausencia se ha sentido mucho antes de esta decisión. Desde su entrada en la política, pocos pueden señalar un solo logro significativo que haya beneficiado a Telde.

Durante su mandato, la consejera se ha limitado a mantener un perfil público a base de fotografías y eventos, sin un impacto real en la comunidad que representaba. Las áreas bajo su responsabilidad en el Cabildo, como el desarrollo económico y la artesanía, no han visto el impulso que se esperaba. Proyectos estancados y promesas incumplidas han sido la norma.

El grupo municipal nacionalista de Nueva Canarias ya había sufrido dos renuncias antes de la de Alonso: la exalcaldesa Carmen Hernández y el concejal Agustín Arencibia Martín. La inestabilidad y la falta de liderazgo efectivo parecen ser el sello distintivo de esta formación en Telde.

La vacante dejada por Alonso será ocupada por José Luis Macías, actual presidente del partido en la ciudad. Cabe preguntarse si este cambio traerá alguna mejora o si se mantendrá la tendencia de inacción y falta de resultados.

Minerva Alonso afirmó que su renuncia no se debía a presiones políticas, sino a una fase de consenso para la renovación del partido. Sin embargo, esta excusa suena vacía frente a la evidente desconexión entre sus declaraciones y la realidad. La política es, ante todo, gestión y resultados, y en este sentido, Alonso ha dejado mucho que desear.

Es hora de que los representantes políticos dejen de utilizar sus cargos como plataformas para el lucimiento personal y se comprometan verdaderamente con el servicio público. La ciudadanía de Telde merece más que fotos y promesas vacías. Necesita líderes que trabajen con dedicación y efectividad, algo que, tristemente, Minerva Alonso no ha demostrado durante su tiempo en el cargo.

El Faro