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4 de Diciembre de 2024 a las 02:42

NC sancionada por irregularidades contables mientras sigue despilfarrando en elecciones

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Nueva Canarias (NC), el partido político que durante años ha gobernado en nuestro municipio bajo distintos nombres, vuelve a estar en el punto de mira tras las revelaciones publicadas por La Provincia Diario de Las Palmas. El Tribunal de Cuentas (TCu) ha multado al partido con 92.000 euros por no rendir cuentas de forma adecuada en los ejercicios 2018, 2019, 2020 y 2021.

El órgano fiscalizador destacó graves irregularidades en la contabilidad de NC, incluyendo sobrevaloraciones de activos, diferencias bancarias injustificadas y la omisión de deudas pendientes desde 2015. A pesar de que estas infracciones son consideradas muy graves, el partido, liderado por Carmelo Ramírez, decidió no recurrir las sanciones, aceptando los fallos del TCu sin ofrecer explicaciones públicas.

Cuestionable despilfarro electoral

Además de su opacidad contable, NC enfrenta críticas por su gasto multimillonario cada vez que se acercan las elecciones. Esta tendencia, ampliamente comentada por vecinos del municipio, contrasta con las sanciones y deficiencias en su gestión económica. Los recursos que se destinan a grandes campañas electorales despiertan sospechas, más aún conociendo el historial de la formación y quién está a cargo del partido.

Carmelo Ramírez, figura clave de NC y señalado como el principal responsable del partido, genera preocupación entre ciudadanos y analistas políticos por la forma en que gestiona este “chiringuito político”. Muchos consideran que NC actúa más como una empresa encubierta que como un partido comprometido con la transparencia y la buena gestión pública.

¿Hacia el cambio o la continuidad?

En nuestro municipio, donde NC ha tenido una presencia histórica, la desconfianza hacia esta formación sigue creciendo. Mientras acumula sanciones por falta de transparencia, su tendencia a camuflarse bajo nuevos nombres para seguir en el poder plantea interrogantes sobre su futuro político.

¿Llegará el momento en que se exijan responsabilidades claras o seguirá esta maquinaria política funcionando a toda costa? La respuesta, como siempre, está en manos de los votantes.

El Faro