21 de Diciembre de 2024 a las 00:47
La política canaria se encuentra nuevamente frente a un episodio de división interna, protagonizado por los críticos de Nueva Canarias (NC), quienes buscan establecer una nueva federación política tras su ruptura con el partido. Sin embargo, lo que se presenta como un “nuevo espacio político” no es más que un intento por maquillar las mismas caras y estrategias de siempre.
Telde, el fracaso político de NC
En Telde, uno de los municipios más importantes en términos electorales, NC está políticamente muerto. Los ciudadanos del municipio han perdido toda confianza en una formación que gobernó durante años sin cumplir las expectativas ni resolver los problemas más apremiantes de la ciudad. Las promesas incumplidas y la inacción se han traducido en un castigo en las urnas, dejando a NC en una posición residual que refleja el hartazgo de los vecinos.
Si los críticos de NC aspiran a que esta nueva federación tenga relevancia política en Canarias, será indispensable contar con un partido de peso en Telde. Sin embargo, esa posibilidad se antoja improbable. En el municipio, el liderazgo político pertenece actualmente a CIUCA (Ciudadanos para el Cambio), el partido al que pertenece Juan Antonio Peña, quien lideró las últimas elecciones municipales como la fuerza más votada.
Los mismos "perros con nuevos collares"
El portavoz del sector crítico, Óscar Hernández, insiste en que esta nueva federación será una forma de preservar las “identidades locales”, pero lo que parece una propuesta de descentralización no es más que una maniobra para evitar rendir cuentas a una estructura partidista central. La fórmula suena más a “chiringuito político” que a un proyecto renovador, diseñado únicamente para que las mismas caras puedan seguir operando bajo una nueva etiqueta.
Telde, como municipio clave, pone en evidencia la debilidad de esta estrategia. La desconexión con los ciudadanos y la ausencia de un liderazgo sólido en la región hacen imposible que este nuevo experimento político tenga impacto sin un aliado fuerte, algo que parece inalcanzable dada la hegemonía de CIUCA.
El espejismo de la renovación
El intento de los críticos por desmarcarse de NC no convence. La promesa de mantener la distancia con Coalición Canaria (CC) y su discurso de una política de alianzas futuras son solo excusas para esconder su verdadera intención: seguir perpetuando su influencia a través de pactos oportunistas.
El caso de Telde es un claro ejemplo de la falta de credibilidad de esta nueva federación. Después de años de mala gestión y promesas incumplidas, los ciudadanos no olvidan el legado de NC. En un municipio donde los votantes han dejado claro su rechazo al pasado, esta nueva federación no tiene cabida sin un cambio real de fondo, algo que hasta ahora no han demostrado.
CIUCA: El nuevo referente político
Mientras tanto, CIUCA, con su flamante alcalde Juan Antonio Peña, se ha consolidado como el partido más relevante de Telde. Su liderazgo en las últimas elecciones refleja el respaldo ciudadano a un proyecto que sí conecta con las necesidades del municipio. Esto convierte a CIUCA en una fuerza clave en el panorama político local, una posición que los críticos de NC no pueden ignorar si quieren tener alguna posibilidad de relevancia en la región.
En definitiva, este intento de los críticos de NC por formar una federación es poco más que un reciclaje de viejas caras y estrategias fallidas. Sin un aliado fuerte en Telde, como podría ser CIUCA, su impacto será limitado. La ciudadanía ya no cree en los mismos discursos vacíos, y la política canaria necesita, ahora más que nunca, liderazgos auténticos y comprometidos con las necesidades reales de los canarios.
Telde ha hablado en las urnas, y el mensaje es claro: no hay espacio para "los mismos perros con nuevos collares".
El Faro