“Patinazo” de Nueva Canarias y su intento de manipular los hechos para desviar la atención de lo que viene

Los recientes comentarios de Nueva Canarias sobre el pago de 99.510 euros a un exconcejal no solo demuestran una clara intención de manipular la opinión pública desde la oposición, sino que representan un ejercicio de cinismo político preocupante. A pesar de que el desembolso responde a una sentencia firme del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo, Nueva Canarias ha omitido deliberadamente este hecho en sus declaraciones, tratando de insinuar que el pago es una maniobra sospechosa o un “favor” político.

Al conocer ahora que este pago es el resultado de una orden judicial y no de una decisión arbitraria, queda en evidencia que la verdadera intención de Nueva Canarias es distorsionar los hechos para sembrar dudas en la ciudadanía. Resulta vergonzoso que un partido recurra a estrategias tan manipuladoras para atacar a sus adversarios, especialmente cuando se trata del cumplimiento de un fallo judicial que obliga al Ayuntamiento a asumir una deuda que se venía reclamando desde 2013. El uso de este tema como cortina de humo para tapar lo que está por venir en días próximos, en los que NC está implicada, es una maniobra que solo revela su falta de ética.

Es especialmente revelador que Nueva Canarias intente generar indignación con este pago, cuando en su tiempo de gobierno no escatimaron en asignaciones a empresarios, contratos a “amigos” y otros gastos de dudoso beneficio para la ciudadanía. Ahora, desde la oposición, pretenden escandalizarse ante un pago que es, ni más ni menos, una obligación legal. Es un acto de hipocresía que indica una desconexión con la realidad y un desprecio por la transparencia, principios que deberían ser la base de toda actuación pública.

La justicia ha hablado, y el Ayuntamiento no está eludiendo su responsabilidad, sino cumpliendo con un fallo judicial en el que se reconocen los derechos del exedil. Nueva Canarias, en lugar de reconocer esto, prefiere lanzar insinuaciones vacías. ¿Dónde estaba esa preocupación por el uso de los fondos públicos cuando estaban en el gobierno? La falta de autocrítica de NC es alarmante: parecen olvidar que muchos de los gastos que ellos mismos gestionaron en el pasado también merecerían un análisis exhaustivo para determinar si sirvieron al bien común o a intereses particulares.

Si algo queda claro con este comunicado es que NC se ha volcado en crear una campaña de desprestigio para distraer la atención de otros problemas y, probablemente, de cuestiones que afectarán directamente a su propia formación en los próximos días. En lugar de apostar por una política constructiva, se dedican a una estrategia destructiva y calculada, omitiendo de manera intencionada el contexto de una decisión judicial para alimentar sus intereses.

La ciudadanía de Telde merece mucho más que una política basada en la manipulación y en el ataque constante. La labor de oposición debería ser fiscalizar de manera honesta, aportando soluciones, en vez de recurrir a la desinformación. Mientras Nueva Canarias apela a la duda y a la sospecha para encubrir sus propias preocupaciones, la responsabilidad de todos los partidos debería ser clara: cumplir las resoluciones judiciales y promover una revisión exhaustiva y transparente de los gastos municipales, incluidos aquellos que ellos mismos autorizaron en su etapa de gobierno.

La realidad es que la obligación de servir a los ciudadanos exige respeto por los hechos y transparencia en cada actuación, no solo cuando resulta conveniente para una formación política.

Por El Faro