Olvido Imperdonable en los Premios de Canarias 2024

La reciente celebración de los Premios de Canarias 2024 en el Teatro Pérez Galdós ha dejado un sabor amargo en muchos de nosotros, los canarios. El evento, que debería haber sido una celebración de nuestra cultura y de quienes la representan, se convirtió en un espectáculo de desdén hacia nuestras figuras más queridas.

El presidente Clavijo, en su discurso, se olvidó inexplicablemente de mencionar a dos iconos imprescindibles de nuestra tierra: Manolo Viera y Pepe Monagas. Es difícil entender cómo pudieron omitir a estos dos grandes nombres, conocidos y queridos por todos los canarios. Manolo Viera, con su humor y carisma, y Pepe Monagas, con su rica representación de la idiosincrasia canaria, merecían un reconocimiento que nunca llegó.

Además de esta grave omisión, el evento destacó por la falta de respeto hacia los propios canarios. No se hizo mención alguna al Arzobispo de la diócesis, mientras que se rindieron honores a embajadores y militares de otros países. Las autoridades peninsulares y empresarios sirios ocuparon los asientos de honor, mientras que los canarios fueron dejados fuera, sin siquiera una entrada de cortesía.

La presencia de fuerzas de seguridad rodeando el teatro y ocupando los mejores asientos, la mayoría de ellos no canarios, añadió un insulto más a la injuria. Al entrar, estas autoridades ni siquiera se dignaron a saludar a la multitud de canarios que esperaban fuera para mostrarles su gratitud por el trabajo del año. Mi madre, una canaria de pura cepa, no recibió invitación alguna, lo cual considero un agravio personal y comunitario.

Lo que debería haber sido una noche de orgullo y celebración se convirtió en una muestra de desprecio y elitismo. Los contribuyentes canarios, quienes financian estos eventos, merecen algo mejor que ver a las élites utilizando nuestra cultura como una plataforma para su propio lucimiento.

Por todo esto, he decidido emitir una queja formal al Diputado del Común, aunque sé que ya ha dejado su puesto por indignación ante situaciones similares. Además, enviaré una carta a todos los consulados, esperando que esto no pase desapercibido en la comunidad internacional. Lo que vimos fue más un desfile hollywoodense que una celebración canaria, con una alfombra roja que, según las sabias palabras de Pepe Monagas, parecía diseñada para aquellos cuyos egos no caben en la pila bautismal.

Este evento no puede quedar en el olvido ni repetirse en el futuro. Los canarios merecemos respeto y reconocimiento en nuestra propia tierra.

Cándido Perdomo Artiles