Resuming podcast

16 de Noviembre de 2025 a las 22:28

Opinión | Cuando la confianza se convierte en decepción

Compartir

Durante años, muchos vecinos de Telde depositaron su confianza en un proyecto político que nació con la promesa de limpiar la vida municipal, devolverle un rumbo propio y transparente, y acercar la gestión a la ciudadanía. Se presentó como una alternativa distinta, un municipalismo que no debía nada a nadie más que a sus vecinos.

 

Esa ilusión inicial se transformó en apoyo constante, en votos convencidos de que se estaba construyendo un camino nuevo, libre de las sombras que tanto daño hicieron a la ciudad. Sin embargo, hoy esa confianza se ve golpeada por gestos que no pueden pasar desapercibidos: la presencia del actual alcalde en actos y fotografías junto a figuras que simbolizan el pasado más oscuro de Telde.

No se trata de un detalle menor. Cada compañía, cada sonrisa compartida, erosiona la credibilidad que tanto costó levantar. La ciudadanía apostó por la regeneración, por desterrar la corrupción y el descrédito institucional. Ver cómo se diluye esa línea roja duele, porque significa retroceder en un terreno que parecía ganado.

El proyecto, con el paso de los años, ha ido creciendo y consolidándose gracias a un trabajo constante, expulsando de la vida política a quienes traicionaron la confianza de los vecinos. Esa labor de regeneración es lo que convence a muchos de que la iniciativa puede y debe seguir siendo un referente en Canarias. Pero también está claro que el proyecto está por encima de las personas.

Por eso, quienes hoy lo representan en el Ayuntamiento no encarnan esa esperanza inicial. Ninguno de ellos me representa. Y desde aquí lo digo con firmeza: el proyecto es colectivo, no personal, y no puede hipotecarse por las decisiones de unos pocos.

 

Nota editorial

Este texto refleja la opinión de un vecino que, tras años de apoyo, manifiesta públicamente su decepción ante las decisiones y gestos de quienes hoy ostentan la representación municipal. Una reflexión que invita a pensar en la importancia de mantener la coherencia y la credibilidad en la política local.