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8 de Noviembre de 2025 a las 15:57

Pancartas, jaulas y verdades a medias: cuando la costa se convierte en decorado

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Dicen que “las pancartas se multiplican” en Melenara y Salinetas como símbolo de protesta vecinal contra las jaulas marinas. Dicen que hay “malestar creciente” y “presión social”. Dicen que hay un “movimiento ciudadano” que convoca una gran concentración. Lo dicen, sí. Pero no lo demuestran.

Porque la verdad —esa que no cabe en titulares ni en comunicados— es que apenas cuatro vecinos han colgado carteles caseros, mal escritos y peor colgados, que ni se ven desde el paseo ni representan a la mayoría de residentes. Y sin embargo, se nos vende una movilización masiva, una revuelta popular, una épica de barrio que no existe.

El decorado de la indignación

Las pancartas, lejos de ser espontáneas, parecen más bien parte de un decorado para justificar una concentración promovida por Meclasa y sus satélites. ¿Movimiento ciudadano? ¿O estrategia de presión con aroma a intereses cruzados?

La noticia habla de “numerosas viviendas” y “símbolos del malestar”. Pero basta caminar por la zona para ver que la mayoría de vecinos no han colgado nada, no han participado en nada, y no se sienten representados por esta campaña. ¿Dónde está la transparencia que exigen? ¿Dónde están los datos reales?

Contaminación: sí, pero ¿de quién?

El Gobierno de Canarias ha activado la alerta por contaminación marina. Se detectaron vertidos de materia orgánica en descomposición procedentes de las jaulas marinas. Pero el Ayuntamiento confirma que no hay vertidos químicos ni industriales desde el emisario municipal. Entonces, ¿por qué se apunta al consistorio como si fuera el culpable? ¿Por qué se mezcla la gestión local con un problema que es regional y técnico?

¿Y por qué se oculta que Melenara ya está en proceso de reapertura, mientras Salinetas y El Yodo siguen bajo restricciones por precaución?

Medio ambiente o medio montaje

La noticia cita a colectivos ecologistas y plataformas ciudadanas que exigen un gabinete de crisis. Bien. Pero ¿dónde estaban cuando se vertían plásticos, aceites y residuos sin control hace años? ¿Por qué ahora sí y antes no?

La costa necesita protección, sí. Pero también necesita rigor. Y lo que no necesita es que se usen verdades a medias para construir relatos que no se sostienen ni con pinzas.

Un poco de sal, por favor

La ciudadanía merece información clara, no titulares inflados. Merece saber que hay vecinos preocupados, sí, pero también muchos que no se sienten parte de esta protesta. Merece saber que hay contaminación, sí, pero también que se está actuando. Y merece saber que detrás de cada pancarta puede haber más estrategia que espontaneidad.

Porque las verdades a medias, cuando se repiten como si fueran absolutas, no informan: manipulan. Y eso, en un municipio que ha luchado tanto por recuperar la confianza, es más peligroso que cualquier jaula marina.

Por Maruca Sin Filtro